viernes, 20 de septiembre de 2013

MI HISTORIA por Louise hay

«Todos somos uno». «¿Quiere contarme brevemente algo de su infancia?» He aquí una pregunta que he formulado a muchísimos clientes, y no porque necesite saber todos los detalles, sino porque quiero tener una visión general de su origen. Si ahora tienen problemas, los modelos mentales que los crearon se iniciaron hace largo tiempo. Cuando yo tenía un año y medio, mis padres decidieron divorciarse. No recuerdo que aquello fuese tan malo,pero lo que sí recuerdo con horror es el hecho de que mi madre empezara a trabajar en una casa, haciendo trabajos domésticos, y me dejara a cargo de una familia amiga. Según cuentan, me pasé tres semanas llorando sin parar, y como las personas que me cuidaban no sabían qué hacer, mi madre tuvo que venir a buscarme y disponer las cosas de otra manera. Hoy admiro de cómo consiguió salir adelante sin respaldo alguno, pero entonces lo único que sabía, y que me importaba, era que no me prestaba la afectuosa atencióna que yo estaba acostumbrada.Jamás he podido saber si mi madre amaba a mi padrastro, o si simplemente se casó con él para que ella y yo pudiéramos tener un hogar. Pero la decisión no fue acertada. Aquel hombre se había criado en Europa, en un hogar muy germánico y con mucha brutalidad, y nunca llegó a entender que hubiera otra manera de llevar adelante una familia. Mi madre volvió a quedar embarazada y después, cuando yo tenía cinco años, sobrevino la depresión de 1930 y las dos, junto con mi hermana, nos encontramos confinadas en una casa donde reinaba la violencia.Para completar el cuadro, fue también por aquella época cuando un vecino, un viejo borracho, me violó.Todavía recuerdo con total nitidez el examen médico y el proceso, del que yo, como testigo principal, fui la estrella. Al hombre lo sentenciaron a quince años de prisión, y como a mí me repitieron insistentemente que«la culpa era mía», me pasé muchos años temiendo que cuando lo dejaran en libertad vendría a vengarse de mí por haber tenido la maldad de enviarlo a la cárcel.La mayor parte de mi niñez la pasé aguantando malos tratos físicos y sexuales, y haciendo además los trabajos más duros. Mi imagen de mí misma se deterioró cada vez más, y no parecía que hubiera muchas cosas que me fueran bien. Por cierto, empecé a expresar esa misma pauta en el mundo exterior.Cuando estaba en cuarto grado hubo un incidente típico de lo que era mi vida. Un día teníamos una fiesta en la escuela, y se sirvieron varios pasteles. La mayoría de los niños, salvo yo, eran de familias de clase media,de posición desahogada. Yo andaba mal vestida, con el pelo mal cortado y unos viejos zapatos negros, y olía a ajo: todos los días tenía que comer ajo crudo, «por las lombrices». En casa, jamás comíamos pasteles, porqueno podíamos permitírnoslo. Había una anciana vecina que todas las semanas me daba diez centavos, y un dólar el día de mi cumpleaños y en Navidad. Los diez centavos iban a engrosar el presupuesto familiar, y con el dólar me compraban ropa interior para todo el año, en las rebajas.Pues bien, aquel día de la fiesta en la escuela había tantos pasteles que algunos chicos de los que podían comer pastel casi todos los días se sirvieron dos o tres porciones. Cuando la maestra llegó finalmente a donde yo estaba (y naturalmente fui la última), ya no quedaba nada, ni una sola porción.Ahora veo claramente que era mi «creencia confirmada» en que yo no servía para nada y no me merecía nada lo que aquel día me puso al final de la cola y me dejó sin pastel. Ése era mi modelo mental, y ellos no hacían más que reflejar mis creencias.A los quince años ya no pude seguir soportando los abusos sexuales y me escapé de casa y de la escuela.Encontré un trabajo como camarera que me pareció mucho más llevadero que todo lo que había tenido que aguantar en casa. Como estaba ávida de amor y afecto, y mi autoestima no podía ser más baja, de buena gana pagaba con mi cuerpo cualquier bondad que alguien pudiera demostrarme, y apenas cumplidos los dieciséis años di a luz una niña. Sentí que era imposible quedarme con ella, pero pude encontrarle un hogar bueno y afectuoso, un matrimonio sin hijos que estaba ansioso por tener un bebé. Durante los últimos cuatro meses viví en su casa, y al ingresar en el hospital anoté a la niña a nombre de ellos.En semejantes circunstancias, jamás disfruté de las alegrías de la maternidad; de ella sólo conocí la pérdida,la vergüenza y la culpa. Aquello fue sólo una época de humillación que había que pasar lo más pronto posible.Lo único que recuerdo de la niña son los dedos de los pies, grandes, exactamente iguales a los míos, y estoy segura de que si alguna vez nos encontrásemos, la reconocería si pudiera vérselos. La cedí cuando tenía cinco días.Inmediatamente regresé a casa a decirle a mi madre, que seguía siendo una víctima:-Vamos, no tienes por qué continuar soportando esto. Yo voy a sacarte de aquí.Y se vino conmigo, dejando con su padre a mi hermanita de diez años, que siempre había sido la mimada de él.Después de haberle ayudado a conseguir trabajo como mujer de la limpieza en un hotel pequeño, y de dejarla instalada en un apartamento donde estaba segura y cómoda, sentí que ya había cumplido con mis obligaciones y me fui con una amiga a Chicago, con la intención de estar un mes... pero no volví hasta pasados treinta años. En aquellos primeros tiempos, la violencia de que había sido objeto en mi niñez, unida a la sensación de inutilidad e insignificancia que me había creado, atraían a mi vida hombres que me maltrataban e incluso me golpeaban. Podría haberme pasado el resto de mi vida execrándolos, y probablemente hoy seguiría teniendolas mismas experiencias. Sin embargo, poco a poco, gracias a mis actividades laborales positivas, mi autoestima fue en aumento y ese tipo de hombres fue desapareciendo de mi vida. Estaba abandonando mi viejo modelo mental, mi convicción inconsciente de que yo me merecía esos abusos. No se trata de que justifique su comportamiento, pero si mi modelo mental no hubiera sido aquél, ellos no se habrían sentido atraídos hacia mí. Ahora, los hombres que abusan de las mujeres ni siquiera se enteran de que yo existo;nuestros modelos mentales respectivos ya no se atraen. Después de algunos años en Chicago, haciendo labores domésticas, me fui a Nueva York y tuve la suerte de llegar a ser modelo de alta costura. Sin embargo, ni siquiera trabajar para los grandes diseñadores me ayudó a aumentar en mucho mi autoestima; sólo me dio recursos adicionales para encontrarme defectos. Me negaba a reconocer mi propia belleza.Durante muchos años seguí en la industria de la moda. Conocí a un caballero inglés, encantador y educado, y me casé con él. Viajamos por todo el mundo, conocimos personajes importantes, incluso de la realeza, y hasta llegamos a cenar en la Casa Blanca. Yo era modelo y estaba casada con un hombre maravilloso, pero mi autoestima siguió siendo baja hasta años después, cuando inicié el trabajo interior.Un día, después de catorce años de matrimonio, él me dijo que deseaba casarse con otra, precisamente cuando yo estaba empezando a creer que las cosas buenas podían ser duraderas. Sí, fue un golpe aplastante.Pero el tiempo pasa, y sobreviví. Podía sentir cómo cambiaba mi vida, y una primavera me lo confirmó un numerólogo, diciéndome que un suceso muy pequeño cambiaría mi vida en otoño.Tan pequeño fue que no lo conocí hasta varios meses después. En forma totalmente casual había ido a unareunión celebrada en la Iglesia de la Ciencia Religiosa, una secta protestante, en Nueva York. Su mensaje era nuevo para mí, y una voz interior me dijo que le prestara atención. Así lo hice, y no sólo concurrí a los servicios dominicales, sino que empecé a ir a unas clases semanales que daban. El mundo de la belleza y de la moda estaba perdiendo interés para mí, y me preguntaba durante cuánto tiempo más podía seguir pendiente de mis medidas "corporales o de la forma de mis cejas. Tras haber abandonado la escuela secundaria sin haber estudiado jamás nada, me convertí en una estudiante ávida que devoraba todo lo que me cayera en las manos referente a metafísica y sanación. Aquella iglesia neoyorquina se convirtió en mi nuevo hogar. Aunque en términos generales mi vida no cambió,mis nuevos estudios empezaron a ocuparme cada vez más tiempo. Tres años más tarde, casi sin haberme dado cuenta, estaba en condiciones de examinarme para ser uno de los sanadores autorizados por mi iglesia.Pasé las pruebas y así fue como empecé, hace muchos años, mi actividad actual.Fueron comienzos pequeños. Durante aquella época me inicié en la Meditación Trascendental. Como en mi iglesia no iban a darse aquel año los cursos de formación que me interesaban, me decidí a hacer algo más pormí misma y me anoté para estudiar seis meses en la MIU (Maharishi's International University), en Fairfield,lowa.En aquel momento, era el lugar perfecto para mí. Todos los lunes por la mañana empezábamos con un tema nuevo: cosas de las que yo apenas había oído hablar, como biología, química, incluso la teoría de la relatividad. Todos los sábados por la mañana se nos hacía una prueba, el domingo era el día de descanso, y el lunes por la mañana volvíamos a empezar.Allí no había ninguna de las distracciones tan típicas de mi vida en Nueva York. Después de la cena, todos nos íbamos a nuestras habitaciones a estudiar. Yo era la mayor de todos, y aquello me encantaba. No se permitía fumar, beber ni consumir ninguna droga, y meditábamos cuatro veces al día. Cuando me fui, en el aeropuerto,creí que iba a desmayarme por el humo de los cigarrillos. De regreso en Nueva York, reinicié mi vida de siempre. Pronto empecé los cursos de formación de sanadores en mi iglesia, y también participé activamente en sus actividades sociales. Empecé a hablar en las reuniones de mediodía y a tener clientes, de modo que no tardé en verme embarcada en una carrera de dedicación exclusiva. A partir del trabajo que estaba haciendo se me ocurrió la idea de escribir un pequeño volumen, HealYour Body (Sane su cuerpo), que empezó siendo una simple lista de causas metafísicas de enfermedades físicas. Comencé a viajar y a dar conferencias y clases.Entonces, un día, me diagnosticaron un cáncer.Con mis antecedentes de haber sido violada a los cinco años, y con los malos tratos que había sufrido, no era raro que el cáncer se manifestara en la zona vaginal.Como cualquiera a quien acaban de decirle que tiene cáncer fui presa de un pánico total. Sin embargo,después de todo mi trabajo con los clientes, yo sabía que la curación mental funcionaba, y ahí se me ofreció la ocasión de demostrármelo a mí misma. Después de todo, yo había escrito un libro sobre los modelos mentales, y sabía que el cáncer es una enfermedad originada por un profundo resentimiento, contenido durante tanto tiempo que, literalmente, va devorando el cuerpo. Y yo me había negado a disolver la cólera y el resentimiento que, desde mi niñez albergaba contra «ellos». No había tiempo que perder, tenía muchísimo trabajo por delante.La palabra incurable, tan aterradora para tantas personas, para mí significa que esa dolencia, la que fuere, nose puede curar por medios externos, y que para encontrarle curación debemos ir hacia adentro. Si yo me hacía operar para librarme del cáncer, pero no me liberaba del modelo mental que lo había creado, los médicos no harían otra cosa que seguir cortándole pedazos a Louise hasta que ya no les quedara más Louise para cortar. Y esa idea no me gustaba.Si me hacía operar para quitarme la formación cancerosa, y además me liberaba del modelo mental que la provocaba, el cáncer no volvería. Si el cáncer (o cualquier otra enfermedad) vuelve, no creo que sea porque«no lo extirparon del todo», sino más bien porque el paciente no ha cambiado de mentalidad, y se limita a recrear la misma enfermedad, quizás en una parte diferente del cuerpo.Yo creía, además, que si podía liberarme del modelo mental que había creado aquel cáncer, ni siquiera necesitaría la operación. Entonces procuré ganar tiempo, y a regañadientes, los médicos me concedieron tres meses más cuando dije que no tenía dinero.Inmediatamente, asumí la responsabilidad de mi propia curación. Leí e investigué todo lo que pude encontrar sobre las maneras alternativas de colaborar en mi proceso curativo.Me fui a vanas tiendas de alimentación naturista y me compré todos los libros que encontré sobre el tema del cáncer. Acudí a la biblioteca para leer más. Trabé conocimiento con la reflexoterapia y la terapia del colon, y pensé que ambas me beneficiarían. Parecía que algo me encaminase hacia las personas adecuadas.Después de haber leído libros sobre reflexoterapia, decidí buscar a algún experto en el tema. Una noche asistía una conferencia, y aunque generalmente me siento adelante, esa vez sentí que tenía que quedarme atrás.No había pasado ni un minuto cuando a mi lado se sentó un hombre... que casualmente era un reflexoterapeuta y visitaba a domicilio. Durante dos meses vino a verme tres veces por semana, y me ayudó muchísimo.Yo sabía, además, que tenía que amarme mucho más a mí misma. En mi niñez me habían expresado muy poco amor, y nadie me había enseñado que estuviera bien sentirme contenta conmigo misma. Yo había adoptado aquellas mismas actitudes de estar continuamente pinchándome y criticándome, y se habían convertido en mi segunda naturaleza.Durante mi trabajo había llegado a darme cuenta de que no sólo estaba bien que yo misma me amara y me aprobara: era esencial. Y, sin embargo, seguía postergándolo, como se va dejando estar esa dieta que siempre vamos a empezar mañana. Pero ya no podía postergarlo más. Al principio me costaba muchísimo hacer cosas tales como ponerme frente al espejo y decirme: «Louise, te amo; de verdad que te amo». Sin embargo, al ir persistiendo descubrí que en mi vida se daban varias situaciones en las que antes me habría censurado ásperamente, pero ahora, gracias al ejercicio del espejo, ya no lo hacía. Es decir, estaba progresando.Entendí que tenía que liberarme de los modelos mentales de resentimiento a que me había venido aferrando desde mi infancia. Era indispensable que dejara de cultivar resentimientos. Sí, yo había tenido una niñez muy difícil y había padecido muchos malos tratos, mentales, físicos y sexuales.Pero de eso hacía muchos años, y aquello no era excusa para la forma en que yo misma me trataba en ese momento. Estaba, literalmente, devorando mi cuerpo con un crecimiento canceroso porque no había perdonado.Ya era hora de que dejara atrás aquellos incidentes y de que empezara a entender qué experiencias podían haber llevado a mis padres a tratar de aquella manera a una niña.Con ayuda de un buen terapeuta, expresé toda la vieja cólera acumulada, aporreando almohadones y aullando de rabia. Eso me hizo sentir más limpia. Después empecé a reunir fragmentos de los relatos que les había oído contar a mis padres sobre su propia infancia, y a tener una imagen más clara de su vida. Con creciente comprensión, y desde un punto de vista adulto, comencé a sentir compasión por su sufrimiento, y el resentimiento empezó lentamente a disolverse.Además me busqué un buen dietista que me ayudara a purificar el cuerpo y a desintoxicarlo de toda la basura que había comido durante años. Aprendí que la mala comida se acumula en el cuerpo y lo intoxica. Y los«malos pensamientos» se acumulan y crean condiciones tóxicas en la mente. Me dieron una dieta muy estricta, con muchísimas verduras de hoja y no mucho más. Incluso me hice un tratamiento de limpieza de colon tres veces por semana, durante el primer mes.Y aunque no me sometí a ninguna operación, como resultado de esa limpieza a fondo, tanto en lo mental como en lo físico, seis meses después del primer diagnóstico conseguí que los médicos me confirmaran lo que ya yo sabía: ¡Que ya no tenía ni rastros de cáncer! Ahora sabía por experiencia personal que la enfermedad se puede curar si estamos dispuestos a cambiar nuestra manera de pensar, creer y actuar. A veces, lo que parece una gran tragedia termina por ser lo mejor que nos ha pasado en la vida. Fue mucho lo que aprendí de aquella experiencia; entre otras cosas, a valorar de otra manera la vida. Empecé a tener encuenta lo que realmente tenía importancia para mí, y finalmente me decidí a abandonar esa ciudad sin árboles que es Nueva York, y sus temperaturas extremas. Algunos de mis clientes me rogaron insistentemente que me quedara, diciéndome que «se morirían» si yo los dejaba, pero les aseguré que dos veces por año volvería a vigilar sus progresos, y les recordé que por teléfono se puede hablar con cualquier lugar del mundo. De manera que cerré el negocio y me fui tranquilamente en tren a California, decidida a hacer de Los Ángeles mi punto de partida.Por más que hubiera nacido allí, muchos años antes, ya no conocía casi a nadie, a no ser mi madre y mi hermana, que vivían en los suburbios. Nunca habíamos sido una familia muy unida ni muy comunicativa, pero aun así, para mí fue una desagradable sorpresa saber que mi madre estaba ciega desde hacía algunos años,sin que nadie se hubiera molestado en decírmelo. Y como mi hermana estaba demasiado «ocupada» para verme, la dejé en paz y empecé a organizar mi nueva vida. Mi libro “Sane su cuerpo” me abrió muchas puertas. Empecé a acudir a todas las reuniones de los movimientos de la Nueva Era de que llegaba a enterarme. Me presentaba, y en el momento apropiado les daba un ejemplar del libro. Durante los seis primeros meses fui mucho a la playa, porque sabía que cuando estuviera más ocupada me quedaría menos tiempo para esos ratos de ocio. Lentamente, fueron apareciendolos clientes. Me pidieron que hablara en distintos lugares, y las cosas empezaron a cobrar forma a medida queme iban conociendo en Los Ángeles. Un par de años después pude mudarme a una hermosa casa.Mi nuevo estilo de vida estaba separado por un abismo de conciencia de lo que había sido mi niñez. De hecho,las cosas me iban muy bien, y yo pensaba con qué rapidez puede cambiar por completo nuestra vida. Una noche recibí una llamada telefónica de mi hermana, la primera en dos años. Me dijo que nuestra madre,ya de noventa años, ciega y casi sorda, se había caído y se había roto la espalda. En un momento, mi madre pasaba de ser una mujer fuerte e independiente a convertirse en una niña desvalida y sufriente. Al romperse ella la espalda, también se rompió la muralla de incomunicación que rodeaba a mi hermana.Finalmente, empezábamos a establecer contacto. Descubrí que también mi hermana tenía un problema grave en la espalda, que le molestaba para andar y para estar sentada, y que era muy doloroso. Ella lo sufría en silencio, y aunque parecía anoréxica, su marido no sabía que estuviera enferma.Tras haber pasado un mes en el hospital, mi madre estaba en condiciones de volver a casa, pero como no podía cuidarse sola, se vino a vivir conmigo.Por más que confiara en el proceso de la vida, yo no sabía cómo arreglármelas con todo aquello, de manera que me dirigí a Dios: «Está bien, me ocuparé de ella, pero Tú tendrás que ayudarme, y ocuparte de que no me falte dinero».Para las dos fue un esfuerzo de adaptación. Ella llegó un sábado, y al viernes siguiente yo tenía que ir cuatro días a San Francisco. No podía dejarla sola, pero tenía que ir. Me dirigí a Dios de nuevo: «Ocúpate Tú de esto.Antes de irme tengo que tener la persona adecuada para ayudarme».El jueves había «aparecido» la persona perfecta, que se mudó a casa para organizarlo todo. Era otra confirmación de una de mis creencias básicas: «Cualquier cosa que necesite saber me es revelada, y todo lo que necesito me llega de acuerdo con el correcto orden divino».Me di cuenta de que estaba otra vez en un momento adecuado para aprender. Se me daba una oportunidad de deshacerme de un montón de residuos de mi niñez.Mi madre no había sido capaz de protegerme cuando yo era niña, pero ahora yo podía, y quería, cuidar de ella. Entre mi madre y mi hermana se inició para mí una nueva aventura.Dar a mi hermana la ayuda que me pedía significó también un reto. Me enteré de que muchos años atrás,cuando yo fui a rescatar a mi madre, mi padrastro volcó su furia y su dolor sobre mi hermana, y entonces le tocó a ella soportar sus brutalidades.Me di cuenta de que lo que había empezado siendo un problema físico estaba sumamente exagerado por el miedo y la tensión, además de la convicción de que nadie podría ayudarla. De manera que ahí estaba Louise,que no quería actuar como salvadora, pero sí dar a su hermana una oportunidad de decidirse a estar bien, a esa altura de su vida.Lentamente se empezó a desenmarañar la madeja, y en eso seguimos. Vamos progresando paso a paso, y yo me esfuerzo por ofrecerles un clima de seguridad mientras seguimos explorando diversas vías de curación alternativas. Mi madre, por su parte, reacciona muy bien. Hace ejercicios, lo mejor que puede, cuatro veces al día, y está cada vez más fuerte y más flexible. Le encargué un audífono, y ahora se muestra más interesada en la vida.También conseguí convencerla de que se operase las cataratas de un ojo, y ¡qué júbilo fue para ella volver a ver, y para nosotras poder ver de nuevo el mundo con sus ojos! Y se siente feliz de ser nuevamente capaz de leer.Mi madre y yo hemos empezado a encontrar tiempo para sentarnos a charlar juntas como nunca lo habíamos hecho. Entre nosotras hay un entendimiento nuevo, y hoy las dos somos más libres de reír, llorar y abrazarnos.A veces me irrita, pero sé que eso sólo significa que todavía me quedan limpiezas por hacer.Mi trabajo sigue abriéndome horizontes. Ahora, con la ayuda de Charlie Gehrke, un gran colaborador y amigo,he abierto un centro donde se dan clases y cursos.Y así es mi vida en el otoño de 1984. En la infinitud de la vida, en donde estoy, todo es perfecto, completo y entero. Cada uno de nosotros experimentala riqueza y la plenitud de la vida de la manera que más la enriquece. Ahora miro el pasado con amor,y decido aprender de mis viejas experiencias. No hay verdad ni error, no existe ni el bien ni el mal. Lo pasado, pasado: se acabó. No existe más que la experiencia del momento. Por traerme a mí misma desde el pasado al momento presente, me amo. Comparto aquella y aquello que soy porque sé que en Espíritu todos somos uno. Todo está bien en mi mundo. Me gusta

LOS NUEVOS MODELOS MENTALES Louise Hay

Cara: Acné: Me amo y me acepto en el punto mismo en que estoy ahora.Soy admirable. Senos craneales: Estoy en unidad con la vida. Nadie tiene el poder de irritarme si yo no me dejo irritar. Paz,armonía. Me niego a creer en los calendarios. Ojos: Soy libre y miro libremente hacia adelante porque la vida es eterna y está llena de alegría. Veo con los ojos del amor, soy creativo y hablo con amor. Garganta: Puedo hablar haciéndome valer, y expresarme libremente. Soy creativo y hablo con amor. Pulmones: El aliento de la vida fluye fácilmente a través de mí. Bronquitis: Paz. Nadie puede irritarme. Asma:Soy libre de hacerme cargo de mi vida. Corazón: Alegría, amor, paz. Jubilosamente acepto la vida. Hígado: Me desprendo de todo aquello que ya no necesito. Ahora mi conciencia está depurada y mis concepto son nuevos y vitales. Intestino grueso: Soy libre: me desprendo del pasado. La vida fluye fácilmente a través de mí. Hemorroides:Me libero de todas las presiones y las cargas, y vivo en un presente jubiloso. Genitales: Impotencia: Poder. Dejo que el potencial pleno de mi impulso sexual opere con facilidad y alegría.Con amor y júbilo acepto mi sexualidad. No hay culpa ni castigo. Rodillas: Capacidad de perdón, tolerancia, compasión. Avanzo sin vacilar .Piel: Llamo la atención con mi comportamiento positivo. Me siento seguro, y nadie amenaza mi individualidad.Estoy en paz; el mundo es seguro y amistoso. Renuncio a toda cólera y todo resentimiento. Cualquier cosa que necesite, siempre la hallaré. Acepto sin culpa mi propio bien. Estoy en paz con todas las pequeñas cosasde la vida. Espalda: La vida misma es mi apoyo. Confío en el Universo. Libremente brindo amor y confianza. Parte inferior de la espalda: confío en el Universo. Soy valeroso e independiente. Cerebro: La vida es, en su totalidad, cambio. Mis pautas de crecimiento se renuevan siempre. Cabeza: Paz, amor, júbilo, calma. Me relajo abandonándome al fluir de la vida y dejo que ella fluya fácilmentea través mío. Oídos: Estoy atento a Dios. Oigo los gozos de la vida, porque formo parte de ella. Escucho con amor. Boca: Soy una persona decidida y persistente. Con buena disposición acojo las ideas y los conceptos nuevos. Cuello: Soy flexible y acepto de buen grado otros puntos de vista. Hombros: Bursitis: Descargo mi cólera de manera inofensiva. El amor libera y relaja. La vida es jubilosa y libre, y todo lo que acepto es bueno. Manos: Manejo todas las ideas con amor y suavidad. Dedos de las manos: Descanso en el conocimiento de que la sabiduría de la vida se encarga de todo. Estómago: Asimilo fácilmente las ideas nuevas. La vida coincide conmigo; nada puede irritarme, estoy en paz. Riñones: En todas partes busco solamente el bien. Las cosas son como deben ser. Estoy realizado. Vejiga: Me libero de lo viejo y doy la bienvenida a lo nuevo. Pelvis: Vaginitis: Las formas y los canales pueden cambiar, pero el amor jamás se extravía. Menstruación :Con equilibrio sobrellevo todos los cambios cíclicos. Bendigo con amor mi cuerpo. Todas sus partes son hermosas. Cadera: Avanzo jubilosamente con la ayuda del poder de la vida, acercándome a lo mejor para mí. Me siento seguro. Artritis: Amor. Capacidad de perdonar. Dejo que los demás sean ellos mismos, y yo soy libre. Glándulas: Estoy en un equilibrio total. Mi organismo está en orden. Amo la vida y me muevo libremente. Pies: Me afirmo en la verdad y avanzo con alegría. Tengo comprensión espiritual. Este diagrama fue hecho por Meganne Forbes, valiéndose de Heal Your Body (Curar el cuerpo), libro deLouise L. Hay, publicado por ella misma en Nueva York, en 1979.Los nuevos modelos mentales (afirmaciones positivas) pueden curar y relajar su cuerpo.

jueves, 19 de septiembre de 2013

CAPITULO 14: EL CUERPO Louise Hay parte 1

«Con amor escucho los mensajes de mi cuerpo». Estoy convencida de que nosotros mismos creamos todo lo que llamamos «enfermedad». El cuerpo, como todo en la vida, es un espejo de nuestras ideas y creencias. El cuerpo está siempre hablándonos; sólo falta que nos molestemos en escucharlo. Cada célula de su cuerpo responde a cada una de las cosas que usted piensa y a cada palabra que dice.Cuando un modo de hablar y de pensar se hace continuo, termina expresándose en comportamientos y posturas corporales, en formas de estar y de «mal estar». La persona que tiene continuamente un gesto ceñudo no se lo creó teniendo ideas alegres ni sentimientos de amor. La cara y el cuerpo de los ancianos muestra con toda claridad la forma en que han pensado durante toda una vida. ¿Qué cara tendrá usted a los ochenta años?.En este capítulo no sólo incluyo mi lista de «modelos mentales probables» que crean enfermedades en el cuerpo, sino también los «nuevos modelos o afirmaciones mentales» que se han de usar para crear salud, y que ya aparecieron en mi libro “Curar el cuerpo”. Además de estas breves enumeraciones, me detendré en algunas de las afecciones más comunes, para darles una idea de cómo nos creamos estos problemas.No todos los equivalentes mentales son válidos en un ciento por ciento para todos. Sin embargo, nos servirán como punto de referencia para comenzar a buscar la causa de la enfermedad. En Estados Unidos muchas personas que trabajan en el campo de las terapias alternativas usan mi libro “Curar el cuerpo” en su trabajo cotidiano, y encuentran que las causas mentales explican entre un noventa y un noventa y cinco por ciento de los casos.* * * * * La cabeza nos representa. Es lo que mostramos al mundo, la parte de nuestro cuerpo por la cual generalmente nos reconocen. Cuando algo anda mal en la región de la cabeza, suele significar que sentimos que algo anda mal en «nosotros».El pelo representa la fuerza. Cuando estamos tensos y asustados, es frecuente que nos fabriquemos estas«bandas de acero» que se originan en los músculos de los hombros y desde allí suben a lo alto de la cabeza;a veces incluso rodean los ojos. El pelo crece desde los folículos pilosos, y cuando hay mucha tensión en el cuero cabelludo, puede estar sometido a una presión tal que no le deja respirar, provocando así su muerte y su caída. Si la tensión se mantiene y el cuero cabelludo no se relaja, el folículo sigue estando tan tenso que el pelo nuevo no puede salir, y el resultado es la calvicie.En las mujeres, la calvicie ha ido en aumento desde que empezaron a entrar en el «mundo de los negocios»,con todas sus tensiones y frustraciones, aunque no se hace tan evidente en ellas porque las pelucas para mujeres son sumamente naturales y atractivas. Lamentablemente, los postizos masculinos todavía son demasiado visibles desde bastante lejos.Estar tenso no es ser fuerte. La tensión es debilidad. Estar relajado, centrado y sereno,eso es ser realmente fuerte. Sería bueno que todos relajásemos más el cuerpo, y muchos necesitamos también relajar el cuero cabelludo.Inténtelo. Dígale a su cuero cabelludo que se relaje, y observe si hay alguna diferencia. Si tiene una sensación perceptible de relajación, yo le diría que practique con frecuencia este ejercicio.Los oídos representan la capacidad de oír. Cuando hay problemas con los oídos, eso suele significar que a uno le está pasando algo de lo que no se quiere enterar. El dolor de oídos indica que lo que se oye provoca enfado.Se trata de un dolor común en los niños, que a menudo tienen que oír en casa cosas que realmente no quieren escuchar. Con frecuencia, las normas de la casa prohíben a los niños expresar su enojo, y su incapacidad para cambiar las cosas les provoca el dolor de oídos.La sordera representa una negativa, que puede venir de mucho tiempo atrás, a escuchar a alguien. Observen que cuando un miembro de una pareja es «duro de oído», generalmente el otro es charlatán.Los ojos representan la capacidad de ver, y cuando tenemos problemas con ellos eso significa, generalmente,que hay algo que no queremos ver, ya sea en nosotros o en la vida, pasada, presente o futura.Siempre que veo niños pequeños que usan gafas, sé que en la casa está pasando algo que ellos no quieren mirar. Ya que no pueden cambiar la situación, encuentran la manera de no verla con tanta claridad. Muchas personas han tenido experiencias de curación impresionantes cuando se han mostrado dispuestas a retroceder en el pasado para hacer una «limpieza», y tirar aquello que no querían ver uno o dos años antes de que tuvieran que empezar a usar las gafas.¿No estará usted negando algo que sucede en su presente?. ¿Qué es lo que no quiere enfrentar?. ¿Tiene miedo de contemplar el presente o el futuro?. Si pudiera ver con claridad, ¿qué vería que ahora no ve?.¿Puede ver lo que está haciéndose a sí mismo?.Sería interesante considerar estas preguntas.Los dolores de cabeza provienen del hecho de desautorizarnos a nosotros mismos. La próxima vez que le duela la cabeza, deténgase a pensar cómo y cuándo ha sido injusto con usted mismo. Perdónese, no piense más en el asunto, y el color de cabeza volverá a disolverse en la nada de donde salió.Las migrañas o jaquecas se las crean las personas que quieren ser perfectas y que se imponen a sí mismas una presión excesiva. En ellas está en juego una intensa cólera reprimida. Es interesante señalar que casi siempre una migraña se puede aliviar masturbándose, si uno lo hace tan pronto como el dolor se inicia. La descarga sexual disuelve la tensión y, por lo tanto, el dolor. Tal vez a usted no le apetezca masturbarse en ese momento, pero vale la pena probarlo. No se pierde nada.Los problemas en los senos paranasales, que se manifiestan en la cara, en la zona más próxima a la nariz,significan que a uno lo irrita alguien que es una presencia muy próxima en su vida. Hasta es posible que sienta que esa persona lo está sofocando o aplastando.Empezamos por olvidarnos de que las situaciones las creamos nosotros, y entonces abdicamos de nuestro poder, culpando a otra persona de nuestra frustración. No hay persona, lugar ni cosa que tenga poder alguno sobre nosotros, porque en nuestra mente la única entidad pensante somos nosotros. Nosotros creamos nuestras experiencias, nuestra realidad y todo lo que hay en ella. Cuando creamos en nuestra mente paz,armonía y equilibrio, eso es lo que encontramos en la vida. El cuello y la garganta son fascinantes porque es mucho lo que pasa en esa zona. El cuello representa la capacidad de ser flexibles en nuestra manera de pensar, de ver los diversos aspectos de una cuestión y de aceptar que otras personas tengan puntos de vista diferentes. Cuando hay problemas con el cuello,generalmente significan que nos hemos «atrincherado» en nuestro concepto de una situación.Cada vez que veo a alguien que lleva uno de esos «cuellos» ortopédicos, sé que es una persona muy presuntuosa, que se obstina en no ver el otro lado de las cosas.Virginia Satir, una brillante terapeuta estadounidense, dice que tras algunas investigaciones «caseras»descubrió que hay más de 250 maneras diferentes de fregar platos, que dependen de quién los friegue y de lo que use. Si nos empeñamos en creer que no hay más que «una manera» o «un solo punto de vista», estamos cerrando una puerta que deja fuera la mayor parte de la vida. La garganta representa nuestra capacidad de «defendernos» verbalmente, de pedir lo que queremos, de decir«yo soy», etcétera. Cuando tenemos problemas con ella, eso significa generalmente que no nos sentimos con derecho a hacer esas cosas. Nos sentimos inadecuados para hacernos valer.El dolor de garganta es siempre enfado. Si además hay un resfriado, existe también confusión mental. La laringitis significa generalmente que uno está tan enojado que no puede hablar.La garganta representa también el fluir de la creatividad en nuestro cuerpo. Es el lugar del cuerpo donde expresamos nuestra creatividad, y cuando la frustramos y la sofocamos, es frecuente que tengamos problemas de garganta. Todos sabemos cuántas personas hay que viven toda su vida para los demás, sin hacer jamás lo que quieren. Siempre están complaciendo a madres, cónyuges, amantes o jefes. La amigdalitis y los problemas tiroideos no son más que creatividad frustrada, incapaz de expresarse.El centro energético situado en la garganta, el quinto chakra, es el lugar del cuerpo donde tiene lugar el cambio. Cuando nos resistimos al cambio, o nos encontramos en pleno cambio, o estamos intentando cambiar, es frecuente que tengamos mucha actividad en la garganta o cuando oiga toser a otra persona.Cuando tosa, pregúntese: «¿Qué es lo que se acaba de decir?. ¿A qué estamos reaccionando?. ¿Es resistencia y obstinación, o es que el proceso de cambio se está produciendo?». En mis seminarios, uso las toses como un medio de autodescubrimiento. Cada vez que alguien tose, hago que se toque la garganta y diga en voz alta: «Estoy dispuesto a cambiar» o «Estoy cambiando». Los brazos representan nuestra habilidad y nuestra aptitud para abrazar las experiencias y vivencias de la vida. El brazo tiene que ver con las aptitudes, y el antebrazo con las habilidades. En las articulaciones almacenamos las viejas emociones, y los codos representan nuestra flexibilidad para cambiar de dirección.¿Es usted flexible para cambiar de dirección en la vida, o las viejas emociones lo mantienen atascado en un mismo punto?.Las manos sujetan, sostienen, estrechan, aterran. Dejamos que las cosas se nos escurran de entre los dedos,o nos aferramos a ellas durante demasiado tiempo. Somos manirrotos, actuamos con mano dura, tenemos las manos de mantequilla, nos manejamos bien o somos incapaces de manejar nada.Sujetamos algo por la manija, damos manotazos, castigamos a alguien por tener la mano larga o le echamos una mano, guardamos las cosas a mano, tenemos buena o mala mano, alguien es un manitas o nuestra mano derecha.Las manos pueden ser suaves y flexibles o estar endurecidas y nudosas por exceso de cavilaciones o retorcidas por la artritis y el espíritu crítico. Las manos crispadas son las manos del miedo; miedo a perder, a no tener nunca lo suficiente, a que lo que se tiene se vaya si no lo sujetamos firmemente.Aferrarse demasiado a una relación no sirve más que para hacer que la otra persona huya, desesperada. Las manos fuertemente crispadas no pueden recibir nada nuevo. Sacudir las manos libremente, sueltas desde las muñecas, da una sensación de aflojamiento y de apertura.Lo que le pertenece no puede serle arrebatado, así que relájese.Los dedos tienen cada uno su significado. Los problemas en los dedos nos dicen dónde hay necesidad de relajarse y desentenderse. Si se hace un corte en el índice, es probable que haya en usted algún temor relacionado con su yo en alguna situación presente. El pulgar es el dedo mental y representa las preocupaciones. El índice es el yo, y el miedo. El dedo del medio tiene que ver con el sexo y con la cólera.Cuando esté enojado, cójase el dedo del medio y verá cómo se disuelve el enojo. Coja el de la mano derecha si el enojo es con un hombre, y el de la mano izquierda si es con una mujer. El anular representa, a la vez, las uniones y el sufrimiento, y el meñique tiene que ver con la familia, y la falsedad. La espalda representa nuestro sistema de apoyo. Tener problemas con ella significa generalmente que no nos sentimos apoyados, ya que con demasiada frecuencia creemos que sólo encontramos apoyo en nuestro trabajo, en la familia o en nuestra pareja, cuando en realidad contamos con el apoyo total del Universo, de la Vida misma.La parte superior de la espalda tiene que ver con la sensación de no tener apoyo emocional. «Mi marido(mujer, amante, amigo o jefe) no me entiende o no me apoya».La parte media se relaciona con la culpa, con todo eso que dejamos a nuestras espaldas. ¿Tiene usted miedo de ver lo que hay allí detrás, a sus espaldas?. ¿Quizá se lo está ocultando?. ¿Se siente apuñalado por la espalda?.¿Se encuentra realmente agotado?. Sus finanzas, ¿están hechas un lío, o usted se preocupa excesivamente por ellas?. Entonces, es probable que tenga molestias en la zona lumbar. La causa está en la falta de dinero o el temor de no tener lo suficiente. La cantidad que usted tenga no tiene nada que ver con eso.Hay tanta gente que siente que el dinero es lo más importante que hay en la vida, y que no podríamos vivir sin él... Pero eso no es cierto. Hay algo mucho más importante y más precioso para nosotros, sin lo cual no podríamos vivir. ¿Qué es? Pues, el aire. El aire es la sustancia más preciosa para la vida, y sin embargo, cuando lo exhalamos estamos seguros de que habrá más aire para seguir respirando. Si no lo hubiera, no duraríamos ni tres minutos. Pues entonces, si el Poder que nos ha creado nos ha dado el aire y la capacidad de respirar suficiente para todo el tiempo que hayamos de vivir, ¿no podemos confiar en que también todas nuestras demás necesidades están previstas?. Los pulmones representan nuestra capacidad de recibir y dar vida. Los problemas pulmonares suelen significar que tenemos miedo de recibir la vida, o quizá que nos sentimos sin derecho a vivir plenamente.Las mujeres se han caracterizado tradicionalmente por su respiración superficial, y con frecuencia se han considerado ciudadanas de segunda clase, que no tenían derecho a su propio espacio, y en ocasiones, ni a vivir siquiera. Hoy, todo eso está cambiando. Las mujeres están ocupando su lugar como miembros de pleno derecho en la sociedad, y están respirando plena y profundamente.A mí me agrada verlas practicar deportes. Las mujeres siempre han trabajado en el campo, pero hasta donde yo sé, ésta es la primera vez en la historia que se han incorporado al mundo del deporte. Y es un placer ver cómo se forman esos cuerpos espléndidos.El enfisema y el exceso de tabaco son dos formas de negar la vida que enmascaran un profundo sentimiento de ser totalmente indigno de existir. Los reproches no harán que nadie deje de fumar. Lo primero que tiene que cambiar es esa creencia básica.Los pechos representan el principio de la maternidad. Cuando hay problemas con ellos, eso significa generalmente que nos estamos «pasando» en nuestro rol de madres, ya sea en relación con una persona, un lugar, una cosa o una experiencia.Parte del proceso que exige el rol de madre es permitir que los hijos crezcan. Es necesario saber cuándo tenemos que cruzarnos de brazos, entregarles las riendas y dejarlos en paz. La persona sobreprotectora no prepara a los demás para enfrentar y manejar su propia experiencia. A veces hay situaciones en que con nuestra actitud dominante cortamos las agallas a nuestros hijos.Si el problema es el cáncer, lo que está en juego es, además, un profundo resentimiento. Libérese del miedo, y sepa que en cada uno de nosotros reside la Inteligencia del Universo. El corazón representa el amor, y la sangre el júbilo. El corazón es la bomba que, con amor, hace que el júbilo circule por nuestras venas. Cuando nos privamos del amor y el júbilo, el corazón se encoge y se enfría, y como resultado, la circulación se hace perezosa y vamos camino de la anemia, la angina de pecho y los ataques cardíacos.Pero el corazón no nos «ataca». Somos nosotros los que nos enredamos hasta tal punto en los dramas que nos creamos que con frecuencia dejamos de prestar atención a las pequeñas alegrías que nos rodean. Nos pasamos años expulsando del corazón todo el júbilo, hasta que, literalmente, el dolor lo destroza. La gente que sufre ataques cardíacos nunca es gente alegre. Si no se toma el tiempo de apreciar los placeres de la vida, lo que hace es prepararse un «ataque al corazón».Corazón de oro, corazón de piedra, corazón abierto, sin corazón, todo corazón... ¿cuál de estas expresiones es la que cree que se ajusta más a usted?. El estómago se lo traga todo, digiere las ideas y experiencias nuevas que tenemos. ¿Qué (o quién) es lo que usted no puede tragar?. ¿Y lo que le revuelve el estómago?.Cuando hay problemas de estómago, eso significa generalmente que no sabemos cómo asimilar las nuevas experiencias: tenemos miedo.Muchos recordamos aún la época en que empezaron a popularizarse los aviones comerciales. Eso de meternos en un gran tubo metálico que debía transportarnos sanos y salvos por el cielo era una idea nueva y difícil de asimilar.En cada asiento había bolsas de papel para vomitar, y casi todos las usábamos, tan discretamente como podíamos, y se las entregábamos bien dobladitas a las azafatas, que se pasaban buena parte del tiempo recorriendo el pasillo para recogerlas.Ahora, muchos años después, sigue habiendo bolsas en todos los asientos, pero rara vez alguien las usa,porque ya hemos asimilado la idea de volar. Las úlceras no son más que miedo, un miedo tremendo de «no servir para». Tenemos miedo de no ser lo que quieren nuestros padres o de no contentar a nuestro jefe. No podemos tragarnos tal como somos, y nos desgarramos las entrañas tratando de complacer a los demás. Por más importante que sea nuestro trabajo,interiormente nuestra autoestima es bajísima, y constantemente nos acecha el miedo de que «nos descubran».En este punto, la respuesta es el amor. La gente que se aprueba y se ama a sí misma jamás tiene úlceras.Sea dulce y bondadoso con el niño que lleva dentro, y ofrézcale todo el apoyo y estímulo que usted necesitaba cuando era pequeño. Los genitales representan lo que hay de más femenino en una mujer, su feminidad, o lo que hay de más masculino en un hombre, su masculinidad; nuestro principio femenino o nuestro principio masculino.Cuando no nos sentimos cómodos con nuestra condición de hombres o mujeres, cuando rechazamos nuestra sexualidad, cuando no aceptamos nuestro cuerpo por sucio o pecaminoso, es frecuente que tengamos problemas con la zona genital.Rara vez me sucede encontrarme con una persona que haya sido criada en una casa en donde se llamara a los genitales y a sus funciones por su verdadero nombre. Todos crecimos rodeados de eufemismos.¿Recuerda los que usaban en su casa?. Pueden haber sido tan leves como «allí abajo», pero también pueden haber sido términos que le hacían sentir que sus genitales eran sucios y repugnantes. Sí, todos hemos crecido creyendo que entre las piernas teníamos algo que no estaba del todo bien.En este sentido, la revolución sexual que estalló hace unos años fue algo positivo. Decidimos apartarnos de la hipocresía victoriana y, de pronto, estaba bien tener varias parejas, y tanto las mujeres como los hombres podíamos tener aventuras de una sola noche. Los intercambios conyugales se hicieron más abiertos, y muchos empezamos a disfrutar, de una manera nueva y diferente, del placer y de la libertad del cuerpo.Sin embargo, pocos pensamos en encararnos con lo que Roza Lamont, fundadora del Instituto de Comunicación Consigo Mismo, llama el «Dios de mamá». Sea lo que fuere lo que su madre le enseñó sobre Dios cuando usted tenía tres años, eso sigue estando en usted en un nivel subconsciente, a menos que conscientemente haya estado trabajando para liberarse de ello. ¿Era un Dios colérico y vengador?. ¿Qué opinión tenía sobre los asuntos sexuales?. Si todavía seguimos andando por el mundo con aquellos primeros sentimientos de culpa por nuestra sexualidad y nuestro cuerpo, seguramente iremos en busca de castigos. Los problemas anales y de vejiga, las vaginitis y las afecciones del pene y de la próstata pertenecen todos a la misma dimensión, y provienen de falsas creencias referentes al cuerpo y a la «corrección» y la «propiedad»de sus funciones.Cada uno de nuestros órganos es una magnífica expresión de la vida. Si no se nos ocurre pensar que los ojos o el hígado sean sucios o pecaminosos, ¿por qué hemos de pensarlo de nuestros genitales?.El ano es tan hermoso como el oído. Sin el no tendríamos manera de deshacernos de lo que el cuerpo ya no necesita, y muy pronto nos moriríamos. Cada parte y cada función de nuestro cuerpo es perfecta y normal,natural y hermosa.A mis clientes con problemas sexuales les digo que empiecen a relacionarse con órganos como el recto, el pene o la vagina con un sentimiento de amor, apreciando sus funciones y su belleza. Y si usted comienza aponerse tenso o a encolerizarse al leer esto, pregúntese por qué. ¿Quién le dijo que negase una parte cualquiera de su cuerpo?. Dios no, ciertamente. Nuestros órganos sexuales fueron creados no sólo parareproducirnos, sino también para darnos placer. Negar esto es crear sufrimiento y castigo. La sexualidad no sólo está bien; es algo glorioso, maravilloso. Es normal que usemos nuestros órganos sexuales, como lo es que respiremos o que comamos.Por un momento, intente visualizar la vastedad del Universo. Es algo que excede nuestra comprensión. Ni siquiera los científicos más importantes, con los equipos más avanzados, pueden llegar a medir su tamaño.Dentro de este Universo hay muchísimas galaxias.En una de las galaxias más pequeñas, en un rincón apartado, hay un sol muy de segundo orden, alrededor del cual giran unos cuantos granos de arena. Uno de ellos es el planeta Tierra.A mí se me hace difícil creer que la vasta, increíble Inteligencia que creó la totalidad de este Universo no sea más que un anciano sentado sobre una nube, por encima de la Tierra, y que esté... ¡vigilando mis órganos sexuales!.Y, sin embargo, cuando éramos niños, a muchos nos enseñaron este concepto.Es vital que nos liberemos de esas ideas tontas y pasadas de moda, que no nos sirven de apoyo ni nos alimentan. Yo siento con todas mis fuerzas la necesidad de creer que Dios está con nosotros, y no contra nosotros. Son tantas las religiones que hay para elegir, que si usted ahora tiene una que le dice que es un pecador y un gusano abominable, puede buscarse otra.No estoy exhortando a la gente a que ande por ahí a todas horas buscando contactos sexuales sin freno alguno. Lo que digo es que algunas de nuestras normas no tienen sentido, y por eso tanta gente las viola y vive según sus propias normas.Cuando liberamos a alguien de la culpa sexual y le enseñamos a que se ame y se respete, automáticamente tenderá a tratarse -y a tratar a los demás— de la manera que le resulta más gratificante y que más gozo le proporcione. La razón de que muchas personas tengan tantos problemas con su sexualidad es que sienten rechazo y repugnancia hacia ellas mismas, y por eso se tratan mal... y tratan mal a los demás.No basta con que en la escuela se enseñe a los niños la parte mecánica de la sexualidad. Es necesario que,en un nivel muy profundo, se les convenza de que su cuerpo, sus genitales y su sexualidad son algo de lo que hay que regocijarse. Yo creo realmente que las personas que se aman y, por lo tanto, aman su cuerpo son incapaces de abusar de sí mismas ni de nadie más. Considero que la mayoría de los problemas de vejiga provienen de que uno se siente irritado, generalmente,por su pareja. Estamos enfadados por algo que tiene que ver con nuestra condición de mujeres o de hombres.Las mujeres tienen más problemas de vejiga que los hombres porque son más propensas a ocultar sus agravios. También la vaginitis significa generalmente que una mujer ha sido afectivamente herida por su pareja. En los hombres, los problemas de próstata tienen mucho que ver con la autovaloración y con la convicción de que, a medida que envejecen, van siendo menos hombres. La impotencia añade un elemento de miedo, y a veces se relaciona incluso con el despecho hacia una pareja pasada. La frigidez se origina en el miedo o la convicción de que está mal disfrutar del cuerpo. Puede venir también del autorrechazo e intensificarse en el contacto con un compañero poco sensible.El síndrome premenstrual, que ha llegado a adquirir proporciones epidémicas, coincide con el incremento de cierta clase de anuncios en los medios de comunicación. Me refiero a los que nos acosan continuamente con la idea de que al cuerpo femenino hay que lavarlo, limpiarlo, desodorizarlo, ungirlo de cremas, empolvarlo,perfumarlo y volverlo a limpiar de mil maneras para que llegue a ser por lo menos aceptable. Al mismo tiempo que las mujeres van llegando a un status de igualdad, se las bombardea negativamente con la idea de que los procesos fisiológicos femeninos no llegan a ser del todo aceptables. Esto, unido a las enormes cantidades de azúcar que se consumen en la actualidad, crea un terreno fértil para la proliferación del síndrome premenstrual.Los procesos femeninos -todos, incluso la menstruación y la menopausia- son normales y naturales, y como tales debemos aceptarlos. Nuestro cuerpo es bello, magnífico y maravilloso.Estoy convencida de que las enfermedades venéreas expresan casi siempre culpa sexual. Provienen de un sentimiento, a menudo subconsciente, de que no está bien que nos expresemos sexualmente. El portador de una enfermedad venérea puede tener contactos sexuales con muchas personas, pero sólo aquellas cuyo sistema inmunitario mental y físico sea débil serán susceptibles de contagio. Además de las afecciones clásicas, en los últimos años se ha dado, entre la población heterosexual, un incremento del herpes, una enfermedad que hace continuas recidivas para «castigarnos» por nuestra convicción de que «somos malos».El herpes tiene tendencia a reaparecer cuando estamos emocionalmente perturbados, y eso ya es muy significativo.Ahora traslademos esta teoría a los homosexuales, que tienen los mismos problemas que los heterosexuales,sumados al hecho de que gran parte de la sociedad los señala con un dedo acusador y les llama pervertidos...un calificativo que generalmente también les aplican sus propios padres. Y ésa es una carga muy pesada de llevar.A muchas mujeres les aterra envejecer porque el sistema de creencias que nos hemos creado se centra en la gloria de la juventud. A los hombres no les preocupa tanto porque unas cuantas canas los hacen más distinguidos. El hombre mayor suele ser más respetado, y hasta es posible que lo admiren por su experiencia.No sucede lo mismo con los homosexuales, que se han creado una cultura que pone un énfasis tremendo en la juventud y la belleza. Es cierto que todos empezamos por ser jóvenes, pero sólo unos pocos satisfacen las normas de la belleza. Se ha dado tanta importancia a la apariencia física del cuerpo que se pasan totalmente por alto los sentimientos. Si uno no es joven y hermoso, es casi como si no contara. Lo que cuenta no es la persona entera, sino solamente el cuerpo.Esta manera de pensar es una vergüenza, porque es otra forma de desvalorización. Debido al modo en que suelen tratarse entre sí los varones homosexuales, la vivencia de envejecer es algo que horroriza a muchos de ellos. Es casi mejor morirse que envejecer. Y el SIDA es una enfermedad que con frecuencia mata.Muchos hombres homosexuales, cuando se hacen mayores, se sienten inútiles y no queridos. Casi es mejor destruirse antes de llegar a eso, y muchos se han creado un estilo de vida destructivo. Algunos de los conceptos y las actitudes que forman parte del estilo de vida gay -el exhibicionismo, las críticas constantes y despiadadas, la negativa a una intimidad real- son monstruosos. Y el SIDA es una enfermedad monstruosa.Ese tipo de actitudes y de pautas de comportamiento no pueden menos que provocar culpa en algún nivel muy profundo, por mucho que podamos parodiarlas en forma afectada. Esa afectación, que puede ser tan divertida,puede ser también sumamente destructiva, tanto para quien la practica como para quien la padece. Es otra manera de evitar la intimidad y el acercamiento. Me gusta

CAPITULO 14: EL CUERPO Louise Hay parte 2

De ninguna manera es mi intención crear culpas a nadie. Sin embargo, es menester que miremos las cosas que necesitamos cambiar para que nuestras vidas funcionen con amor, júbilo y respeto. Hace cincuenta años,casi todos los hombres homosexuales se mantenían en la sombra, pero en la actualidad disponen de núcleos sociales donde pueden manifestarse, al menos relativamente. Yo creo que es lamentable que gran parte de lo que han creado sea causa de tanto dolor para sus propios hermanos homosexuales. Aunque con frecuencia es deplorable la forma en que los hombres «normales» tratan a los gays, la forma en que muchos gays tratan a los de su misma condición es trágica.Tradicionalmente, los hombres han tenido siempre más parejas sexuales que las mujeres, y naturalmente,entre hombres habrá muchos más contactos sexuales. No creo que haya nada de malo en eso. Hay sitios previstos para satisfacer esta necesidad y me parece bien, a menos que estemos dando a nuestra sexualidad un uso equivocado. A algunos hombres les gusta tener muchas parejas para satisfacer su profunda necesidad de autoestima, más bien que por el placer que deriva de ello. No creo que haya nada de malo en tener varias parejas, y tampoco censuro el uso «ocasional» del alcohol. Sin embargo, si todas las noches terminamos sin sentido y si «necesitamos» varias parejas por día nada más que para estar seguros de nuestro valor, entonces hay algo en nosotros que no anda bien, y es preciso que hagamos algunos cambios mentales. Ha llegado el momento de la búsqueda del ser en su totalidad, el momento de la sanación y no de la condenación. Debemos superar las limitaciones del pasado. Todos somos parte de la divinidad, todos somos magníficas expresiones de la vida. ¡Exijamos esto ahora!.El colon representa nuestra capacidad de soltar y liberar aquello que ya no necesitamos. Para adaptarse al ritmo perfecto del fluir de la vida, el cuerpo necesita un equilibrio entre ingesta, asimilación y eliminación. Y lo único que bloquea la eliminación de lo viejo son nuestros miedos. Aunque las personas estreñidas no sean realmente mezquinas, generalmente no confían en que siempre vaya a haber lo suficiente. Se aterran a relaciones antiguas que las hacen sufrir, no animan a deshacerse de prendas que guardan desde hace años en el armario por temor a necesitarlas algún día, permanecen en un trabajo que las limita o no se permiten jamás ningún placer porque tienen que ahorrar para cuando vengan días malos. ¿Acaso revolvemos la basura de anoche para encontrar la comida de hoy?. Aprendamos a confiaren que el proceso de la vida nos traerá siempre lo que necesitemos.En la vida, las piernas son lo que nos lleva hacia adelante. Los problemas en las piernas suelen indicar un miedo a avanzar o una renuncia a seguir andando en cierta dirección. Corremos, nos arrastramos, andamos como pisando huevos, se nos aflojan las rodillas, somos patituertos o patizambos y nos quedamos patitiesos.Y además, tenemos los muslos enormes, coléricamente engrosados por la celulitis, llenos de resentimientos infantiles. Con frecuencia, no querer hacer algo produce algún problema menor en las piernas. Las venasvaricosas significan que nos mantenemos en un trabajo o en otro lugar que nos enferma. Las venas pierden su capacidad de transportar alegría.Pregúntese si está marchando en la dirección en que quiere ir.Las rodillas, como el cuello, se relacionan con la flexibilidad, sólo que ellas hablan de inclinarse y de ser orgulloso, del yo y de la obstinación. Con frecuencia, cuando avanzamos, nos da miedo inclinarnos y nos ponemos tiesos. Y eso vuelve rígidas las articulaciones. Queremos avanzar, pero no cambiar nuestra manerade ser. Por eso las rodillas tardan tanto en curarse, porque está en juego nuestro yo. El tobillo también es una articulación, pero si se daña puede curarse con bastante rapidez. Las rodillas tardan porque en ellas están en juego nuestro orgullo y nuestra autojustificación. La próxima vez que tenga algún problema con las rodillas, pregúntese de qué está justificándose, ante qué está negándose a inclinarse. Renuncie a su obstinación y aflójese. La vida es fluencia y movimiento, y para estar cómodos debemos ser flexibles y fluir con ella. Un sauce se dobla y se mece y ondula con el viento, y está siempre lleno de gracia y en armonía con la vida.Los pies tienen que ver con nuestro entendimiento, con la forma en que nos entendemos y en que entendemos la vida, tanto el pasado como el presente y el futuro.A muchos ancianos les cuesta caminar. Su entendimiento se ha vuelto parcial y retorcido, y con frecuencia sienten que no tienen adonde ir. Los niños pequeños se mueven con pies alegres, danzarines. Los ancianos suelen arrastrarlos como si se negaran a moverse. La piel representa nuestra individualidad, y los problemas dérmicos suelen significar que de algún modo la sentimos amenazada. Tememos que otros tengan poder sobre nosotros. Nos sentimos despellejados vivos, le arrancamos a alguien la piel a tiras, tenemos afinidades o rechazos de piel, decimos que un niño es de la piel de Barrabás, andamos con los nervios a flor de piel.Una de las maneras más rápidas de curar los problemas de piel es nutrirse uno a sí mismo repitiendomentalmente, varios centenares de veces por día: «Me apruebo...». Así recuperamos nuestro propio poder.Los accidentes no son accidentales. Como todo lo demás que hay en nuestra vida, nosotros los creamos. No se trata de que nos digamos que queremos tener un accidente, sino de que nuestros modelos mentales pueden atraer hacia nosotros un accidente. Perece que algunas personas fueran «propensas a los accidentes», en tanto que otras andan por la vida sin hacerse jamás un rasguño. Los accidentes son expresiones de cólera, que indican una acumulación de frustraciones en alguien que no se siente libre para expresarse o para hacerse valer. Indican también rebelión contra la autoridad. Nos enfurecemos tanto que queremos golpear a alguien y, en cambio, los golpeados somos nosotros.Cuando nos enojamos con nosotros mismos, cuando nos sentimos culpables, cuando tenemos la necesidad de castigarnos, un accidente es una forma estupenda de conseguirlo.Puede que nos resulte difícil creerlo, pero los accidentes los provocamos nosotros; no somos víctimas desvalidas de un capricho del destino. Un accidente nos permite recurrir a otros para que se compadezcan y nos ayuden al mismo tiempo que curan y atienden nuestras heridas. Con frecuencia también tenemos que hacer reposo en cama, a veces durante largo tiempo, y soportar el dolor.El sufrimiento físico nos da una pista sobre cuál es el dominio de la vida en que nos sentimos culpables. El grado de daño físico nos permite saber hasta qué punto era severo el castigo que necesitábamos, y a cuánto tiempo debíamos estar sentenciados. Tanto la anorexia como la bulimia expresan una negación de la propia vida, y son una forma extrema de odio hacia uno mismo.La comida es alimento en el nivel más básico. ¿Por qué habría usted de negarse el alimento?. ¿Por qué quiere morir?. ¿Qué pasa en su vida, que sea tan terrible como para que quiera abandonarla?.Cuando se odia a sí mismo, en realidad odia una idea que tiene de sí mismo. Y las ideas se pueden cambiar.¿Qué hay en usted que sea tan terrible?. ¿Se crió en una familia que criticaba continuamente su comportamiento?. ¿O eran sus maestros quienes lo criticaban?. En sus primeros contactos con la religión, ¿le dijeron que así, tal como usted era, «no servía»?. Con demasiada frecuencia procuramos hallar razones«comprensibles» que nos digan por qué no nos quieren ni nos aceptan tal como somos.«Gracias» a la obsesión de la industria de la moda con la esbeltez, muchas mujeres que se repiten continuamente a sí mismas: «¿Qué sentido tiene, si con este cuerpo no sirvo para...?» concentran el odio ensu propio cuerpo. En un nivel están diciendo que si fueran más delgadas, entonces las amarían, pero eso no funciona.Nada funciona desde afuera. La clave es la aprobación y la aceptación de uno mismo.La artritis es una enfermedad que se origina en una constante actitud de crítica. En primer lugar, la personase critica a sí misma, pero también critica a los demás. Los artríticos suelen ser muy criticados, porque su propio estilo es criticar; entonces cargan con la maldición del «perfeccionismo», es decir, con la necesidad de ser perfectos siempre y en cualquier situación. ¿Conoce usted a alguien en este planeta que sea «perfecto»? Yo no. ¿Por qué nos imponemos normas que nos exigen que seamos «super personas» para sentirnos apenas aceptables?. Ésta es una expresión muy fuerte del «no sirvo», y es una carga pesadísima de llevar.Del asma decimos que es un «amor que sofoca». La persona tiene la sensación de no tener derecho a respirar por su cuenta. Los niños asmáticos suelen tener una «conciencia sobredesarrollada»; asumen las culpas de todo lo que anda mal en su medio, se sienten «indignos», no valiosos y, por consiguiente, culpables y merecederos de castigo.A veces, el cambio de clima cura a los asmáticos, especialmente si no los acompaña la familia.En general, al crecer, los niños asmáticos «dejan atrás» su enfermedad, lo que en realidad significa que se vana estudiar a otra ciudad o a otro país, se casan o por algún otro motivo se van de casa, y la enfermedad se disuelve. Con frecuencia, más adelante pasan por alguna experiencia que vuelve a accionar aquel antiguo interruptor que llevan dentro, y entonces tienen otro ataque. Cuando eso sucede, en realidad no es una respuesta a las circunstancias del momento, sino más bien a lo que solía sucederles en su infancia.Abscesos, quemaduras, cortes, fiebres, llagas, «itis» e inflamaciones diversas son, todos, indicios de una cólera que se expresa en el cuerpo. Por más que intentemos suprimirlo, el enojo encontrará maneras de expresarse. Hay que dejar salir la presión acumulada. Nuestro enojo nos da miedo porque sentimos que podemos destruir nuestro mundo, pero es algo que se puede liberar simplemente diciendo: «Estoy enfadado por esto». Es verdad que no siempre podemos decirle algo así a nuestro jefe, pero podemos aporrear la cama o vociferar en el coche cerrado o jugar al tenis, que son maneras inofensivas de descargar tísicamente la cólera.Es frecuente que las personas con tendencias espirituales crean que «no deberían» enojarse. Ciertamente todos nos esforzamos por llegar al momento en que ya no culpemos a nadie por nuestros sentimientos; pero mientras no hayamos llegado a ese punto, es más saludable que reconozcamos qué es lo que sentimos en un momento dado.El cáncer es una enfermedad causada por un profundo resentimiento contenido durante muchísimo tiempo,hasta que literalmente va carcomiendo el cuerpo. En la infancia sucede algo que destruye nuestro sentimientode confianza. Esta es una experiencia que jamás se olvida, v el individuo vive compadeciéndose de sí mismo y se le hace difícil cultivar y mantener durante mucho tiempo relaciones significativas. Con un sistema de creencias así, la vida se muestra como una serie de decepciones. Un sentimiento de desesperanza,desvalimiento y pérdida se adueña de nuestro pensamiento, y nada nos cuesta culpar a otros de todos nuestros problemas. La gente que tiene cáncer, además, es muy autocrítica. Para mí, la clave de la curación del cáncer está en amarse y aceptarse. El exceso de peso representa una necesidad de protección. Tratamos de protegernos de heridas, agravios,críticas, abusos e insultos, de la sexualidad y de las insinuaciones sexuales de un miedo general a la vida, y también de miedos específicos.Yo tengo tendencia a ser gorda, y, sin embargo, con los años me he dado cuenta de que cuando me siento insegura e incómoda suelo aumentar uno o dos kilos. Cuando la amenaza desaparece, el exceso de peso se va también, sin que yo haya hecho nada por eliminarlo.Luchar contra la obesidad es perder tiempo y energía. Las dietas no funcionan, porque tan pronto como se las interrumpe, el peso vuelve a aumentar. Amarse y aprobarse, confiar en el proceso de la vida y depositar su segundad interna en el conocimiento del poder de su propia mente son los elementos básicos de la mejor dieta que conozco. Póngase a dieta de pensamientos negativos, y el problema del peso se resolverá solo.Demasiados padres y madres piensan que cualquier problema que tengan sus hijos se soluciona atiborrándolos de comida. Estos niños, cuando crecen, cada vez que tienen un problema se quedan hipnotizados ante el frigorífico abierto, diciéndose: «No sé bien qué es lo que quiero».Para mí, cualquier clase de dolor es una indicación de culpa. La culpa siempre busca el castigo, y el castigo crea dolor. El dolor crónico proviene de una culpa crónica, con frecuencia tan profundamente sepultada que ya ni siquiera tenemos la menor conciencia de ella.El sentimiento de culpa es una emoción totalmente inútil, que jamás hace que nadie se sienta mejor ni modifica para nada una situación.Su «sentencia» ya se ha cumplido, de manera que déjese salir de prisión. Perdonar no es más que soltar,dejar partir...Las embolias las provocan coágulos de sangre, una congestión en el torrente sanguíneo que al llegar al cerebro interrumpe el aprovisionamiento de sangre a una zona cerebral.El cerebro es el ordenador del cuerpo. La sangre es júbilo. Las venas y las arterias son canales por donde circula esa alegría. Todo funciona bajo la ley y la acción del amor. Hay amor en cada chispa de inteligencia que brilla en el Universo. Es imposible trabajar y funcionar bien sin sentir amor y júbilo.El pensamiento negativo produce atascos en el cerebro, y así no queda margen para que el amor y el júbilo fluyan libre y abiertamente. La risa sólo puede fluir de un modo natural, y lo mismo pasa con el amor y el júbilo. La vida no es hosca y ceñuda, a menos que nosotros la hagamos así, a menos que decidamos verla así. Podemos encontrar un desastre total en una mínima molestia, y un pequeño motivo de júbilo en la mayor de las tragedias. De nosotros depende.A veces intentamos obligar a la vida a que vaya en cierta dirección que no es la adecuada para nosotros. Aveces nos creamos «ataques» para obligarnos a tomar una dirección totalmente diferente, a reevaluar nuestro estilo de vida. La rigidez en el cuerpo representa rigidez en la mente. El miedo nos empuja a aferramos a viejas modalidades, y se nos hace difícil ser flexibles. Si creemos que no hay más que una manera de hacer algo, no será raro que nos volvamos rígidos. Siempre se puede encontrar otra manera de hacer las cosas. Recuerden que hubo alguien que enumeró unas 250 maneras distintas de fregar los platos.Fíjese en qué lugar del cuerpo se produce la rigidez, búsquelo en la lista de patrones mentales y allí verá enqué «lugar mental» se está volviendo inflexible y rígido.A la cirugía le corresponde su lugar. Es buena para curar huesos rotos y remediar accidentes y para estados que ya no se pueden solucionar de otro modo. En estas condiciones, puede ser más fácil operarse y concentrar todo el trabajo curativo en conseguir que la afección no vuelva a repetirse.Abundan cada día más los profesionales médicos que están verdaderamente consagrados a ayudar a la humanidad. Cada vez más médicos se vuelven hacia las orientaciones holísticas, que buscan curar a la persona como totalidad. Y sin embargo, la mayoría de ellos no trabajan con la causa de ninguna enfermedad;se limitan a tratar los síntomas, los efectos.Y esto lo hacen de dos maneras: envenenando o mutilando. Si acude usted a un cirujano, generalmente le recomendará que se opere. Sin embargo, si la decisión quirúrgica ya está tomada, prepárese para la experiencia de tal manera que transcurra con las menores complicaciones posibles, y que usted se cure tan rápidamente como sea posible.Pídales al cirujano y a su equipo que colaboren con usted en este aspecto. Con frecuencia, en el quirófano, los cirujanos y sus ayudantes no se dan cuenta de que, aunque el paciente esté inconsciente, en un nivel subconsciente sigue oyendo y entendiendo todo lo que se dice.Sé de una mujer, miembro del movimiento de la Nueva Era, que necesitó una operación de emergencia y antes de someterse a ella habló con el cirujano y el anestesista para pedirles que por favor pusieran música suave durante la operación y que continuamente le hablaran y se expresaran entre ellos con afirmaciones positivas. Lo mismo le pidió a la enfermera en la sala de recuperación. La operación transcurrió sin dificultades, y la recuperación fue rápida y agradable.A mis clientes siempre les sugiero que se formulen afirmaciones como: «Cada mano que me toca en elhospital es una mano dotada del poder de curar y que no expresa otra cosa que amor» y «La operación se realiza fácil y rápidamente, con un resultado perfecto». También se puede decir: «Me siento perfectamente cómodo durante todo el tiempo». Después de la operación, procure escuchar a menudo música suave y agradable, y dígase para sí: «Estoy curándome rápida, fácil y perfectamente, y cada día me siento mejor».Si puede, grábese un cassette con una serie de afirmaciones positivas, llévese un grabador o un walkman al hospital y escuche una y otra vez la grabación mientras descansa y se recupera. Atienda a las sensaciones, no al dolor. Imagínese que el amor fluye de su corazón, desciende por los brazos y llega a las manos. Póngaselas manos en la parte que está curándose, y dígale que la ama y que está ayudándole a que se ponga bien.Cualquier hinchazón del cuerpo representa atascos y estancamientos en el estado emocional. Nosotros mismos nos creamos situaciones en que nos «hieren» y nos aferramos luego a su recuerdo. Con frecuencia las hinchazones representan lágrimas contenidas que sentimos como algo enquistado, o provienen de culpar a otros por nuestras propias limitaciones.Renuncie al pasado; déjelo que se vaya y recupere su propio poder. Deje de estar pendiente de lo que quiere,y use su mente para crear lo que «sí quiere». Déjese llevar por la marea de la vida.Los tumores son falsos crecimientos. Si a una ostra le entra un granito de arena, para protegerse lo rodea deun revestimiento duro y brillante. Somos nosotros quienes lo llamamos «perla» y lo consideramos hermoso.Si nos encarnizamos con una vieja herida, la cultivamos y no la dejamos cicatrizar, con el tiempo se convertirá en un tumor.Es como pasar una vieja película. Y creo que la razón de que las mujeres tengan tantos tumores en el útero es que se centran en un golpe emocional que ha afectado a su feminidad y lo cultivan. Es lo que yo llamo el síndrome de «Él me ha dañado».El hecho de que una relación se acabe no significa que nada ande mal en mí, ni disminuye mi valor intrínseco.Lo que importa no es lo que sucede, sino cómo reaccionamos ante ello. Cada uno es responsable en un ciento por ciento de sus experiencias. ¿Qué creencias sobre usted mismo necesita cambiar para atraer a su ámbito vital formas de comportamiento que expresen más amor?. En la infinitud de la vida, donde estoy,todo es perfecto, completo y entero. Reconozco que mi cuerpo es un buen amigo. Cada una de sus células contiene la Inteligencia Divina. Yo escucho lo que me dice y sé que su consejo es válido. Estoy siempre a salvo, bajo la guía y la protección divina, y elijo vivir en salud y ser libre.Todo está bien en mi mundo.

CAPITULO 11: LA PROSPERIDAD Louise Hay

«Me merezco lo mejor y lo acepto, ahora mismo». Si desea que la afirmación que antecede sea válida para usted, no querrá dar crédito a ninguno de los siguientes enunciados: El dinero no crece en los árboles. El dinero es sucio. El dinero es malo. Soy pobre pero honrado. Los ricos son unos ladrones. No quiero enriquecerme y engreírme. Jamás conseguiré un buen trabajo. Nunca llegaré a hacer dinero. El dinero se va con más rapidez de lo que llega. Siempre tengo deudas. Los pobres nunca pueden levantar cabeza. Mis padres eran pobres y yo también lo soy. Los artistas vivimos luchando. Sólo los estafadores tienen dinero. Todos están antes que yo. Oh, yo no podría cobrar tanto. No me lo merezco. Yo no sirvo para hacer dinero. Nunca le digo a nadie lo que tengo en el banco. No hay que prestar dinero. Peseta ahorrada, peseta ganada. Hay que ahorrar para los días malos. En cualquier momento puede sobrevenir una crisis. Me enferma la gente que tiene dinero. Para ganar dinero hay que trabajar mucho. ¿Cuántas de esas creencias suscribe usted?. ¿Piensa realmente que compartir alguna de ellas le traerá prosperidad?. Esa es una manera de pensar antigua y limitada. Quizá fuera lo que creía su familia respecto del dinero,porque las creencias familiares se nos quedan pegadas, a menos que nos liberemos conscientemente de ellas. Pero no importa de dónde venga: debe desaparecer de su conciencia si quiere prosperar. Para mí, la verdadera prosperidad comienza cuando uno se siente bien consigo mismo. Es también la libertad de hacer lo que uno quiere, y cuando quiere. No es nunca una suma de dinero: es un estado de ánimo. La prosperidad (o su ausencia) es una expresión externa de las ideas que hay en su mente. El merecimiento Si no aceptamos la idea de que «merecemos» prosperar, entonces, aun cuando los dones nos lluevan,encontraremos la manera de rechazarlos. Por ejemplo:Un alumno mío estaba trabajando para aumentar su prosperidad, y una noche llegó a clase emocionadísimoporque acababa de ganar quinientos dólares.-¡No me lo puedo creer! —repetía—. ¡Si yo jamás gano nada!.Todos sabíamos que aquello era el reflejo de un cambio en su conciencia, pero él seguía sintiendo que en realidad no se lo merecía. La semana siguiente no pudo venir a clase porque se había roto una pierna. Las facturas por atención médica ascendieron a quinientos dólares.Como había tenido miedo de «avanzar» por una nueva «senda de prosperidad», y sentía que eso no era mérito suyo, se había castigado de aquella manera.Aquello en lo que usted se concentre es lo que aumenta, de modo que no se concentre en las cuentas que tiene que pagar. Si se concentra en la estrechez y en las deudas, generará más estrechez y más deudas.En el Universo hay una provisión inagotable, empiece a darse cuenta de eso. Tómese su tiempo para contarlas estrellas en una noche despejada, o los granos de arena que caben en un puñado, las hojas que hay en una rama de árbol, las gotas de lluvia que resbalan por el cristal de la ventana o las semillas de tomate. Cada semilla es capaz de producir una planta completa, con una infinidad de tomates. Agradezca lo que tiene, y ya verá cómo aumenta. A mí me gusta bendecir con amor todo lo que hay actualmente en mi vida: mi hogar, la calefacción, el agua, la luz, el teléfono, los muebles, las cañerías, los diversos utensilios, la ropa, el coche, mi trabajo..., el dinero que tengo, los amigos, mi capacidad para ver, sentir, saborear, tocar, caminar y disfrutar de este planeta increíble.Lo único que nos limita es nuestra propia creencia en las carencias y limitaciones. A usted, ¿qué creencia lo está limitando?.Si quiere tener dinero sólo para ayudar a otros, entonces está diciendo que usted no se lo merece.Asegúrese de que no está rechazando la prosperidad. Si un amigo lo invita a almorzar o a cenar, acepte jubilosamente, con placer. No sienta que lo único que hace es un «intercambio» con la gente. Si le regalan algo, acéptelo con señorial agradecimiento. Si es algo que no puede usar, déselo a alguien. Déjese actuar como un canal por donde circulan las cosas. Limítese a sonreír y a dar las gracias. De esa manera hará que el Universo sepa que está en disposición de recibir sus bienes. Haga lugar para lo nuevo Sí, haga lugar para lo nuevo. Vacíe el frigorífico, tire todos esos restos envueltos en papel de aluminio. Limpielos armarios, deshágase de todo lo que haya usado en los últimos seis meses. Y si hace un año que no lo usa,decididamente eso está de más en su casa, así que véndalo, cámbielo, regálelo o quémelo.Los armarios atestados y desordenados reflejan una mente en desorden. Mientras limpia los armarios, dígase que está limpiando sus armarios mentales. Al Universo le encantan los gestos simbólicos.La primera vez que oí decir que la abundancia del Universo está al alcance de todos, pensé que era una ridiculez.-No hay más que mirar la pobreza que nos rodea -me dije-. Y mirar mi propia pobreza.Que me dijeran que mi pobreza no era más que una creencia mía, una actitud de mi conciencia, me ponía furiosa, y necesité años para entender y aceptar que la única responsable de mi falta de prosperidad era yo.Como creía que era «indigna» y que «no me lo merecía», que «el dinero había que ganarlo con esfuerzo» yque «yo no era capaz de...», me mantenía inmovilizada en un sistema mental de «no tener».¡El dinero es lo que más fácilmente se materializa!. ¿Cómo reacciona usted ante esta afirmación?. ¿Se lo cree?. ¿Se enfada?. ¿Lo deja indiferente?. ¿Le dan ganas de tirar el libro contra la pared?. Si tiene cualquiera de estas reacciones, ¡perfecto!. Entonces he conseguido tocar algo muy profundo que hay dentro de usted, el punto mismo de su resistencia a la verdad. Ése es el terreno en que tiene que trabajar. Es hora de que se abra su potencial de recibir ese caudal de dinero y de toda clase de bienes. Acepte con amor las facturas Es esencial que dejemos de preocuparnos por el dinero y de protestar por las facturas que nos llegan. Mucha gente reacciona como si las facturas fueran castigos que hay que evitar si es posible. Una factura es un reconocimiento de nuestra capacidad de pago. El acreedor da por sentado que usted puede permitírselo, y le proporciona el servicio o el producto antes de cobrárselo. Yo bendigo con amor todas las facturas que llegan a mi casa. Bendigo con amor cada cheque que firmo, y lo beso. Si usted paga con resentimiento, al dinero se le hace muy difícil volver. Si paga con amor y alegría, abre libremente las compuertas del canal de la abundancia.Trate al dinero como a un amigo y no simplemente como algo que uno se mete en el bolsillo. Su seguridad no reside en su trabajo ni en su cuenta corriente, ni tampoco en sus inversiones, en su cónyuge o en sus padres. Su segundad reside en su capacidad para conectarse con el poder cósmico que crea todas as cosas.A mí me gusta pensar que el poder que hay dentro de mí y que respira en mi cuerpo es el mismo que me proporciona todo lo que necesito, y con la misma facilidad, con igual simplicidad. El Universo es pródigo y abundante, y por haber nacido tenemos derecho a que se nos proporcione todo lo que necesitamos, a menos que nosotros optemos por creer lo contrario.Yo bendigo el teléfono cada vez que lo uso, y con frecuencia afirmo que sólo me trae prosperidad y expresiones de amor. Lo mismo hago con el buzón de mi casa, y cada día está lleno a rebosar de dinero y de toda clase de cartas afectuosas de amigos y clientes, y de lectores lejanos de mi primer libro. Y me regocijopor las facturas que me llegan, agradeciendo a las empresas su confianza en que les pagaré. Bendigo el timbre y la puerta de mi casa, porque sé que todo lo que por ellos me llega es bueno. Espero que mi vida sea buena y jubilosa, y lo es. Estas ideas sirven para todo el mundo El hombre era un gigoló y vino a pedirme una sesión porque quería aumentar sus ingresos. Sabía que era bueno en su actividad y quería ganar cien mil dólares al año. Le di las mismas ideas que le estoy dando austed y no tardó en tener dinero para comprarse porcelanas chinas. Pasaba mucho tiempo en su casa porque quería disfrutar de los resultados de sus inversiones siempre crecientes. Regocíjese por la buena suerte ajena No postergue su propia prosperidad con celos o resentimientos porque haya otras personas que tengan más que usted. No critique la forma en que los demás gastan su dinero. Eso no es asunto suyo.Cada persona está bajo la ley de su propia conciencia. Usted limítese a ocuparse de sus propios pensamientos. Bendiga la buena suerte ajena, y sepa que hay con creces para todos.¿Es usted mezquino con las propinas?. ¿Se saca de encima a la señora que limpia los lavabos espetándole alguna moraleja?. En la Navidad, ¿hace caso omiso del portero de su casa o de su despacho?. ¿Escatima sin necesidad las pesetas comprando verdura del día anterior?. ¿Hace la compra en las tiendas más baratas?. Enlos restaurantes, ¿pide siempre los platos más baratos de la carta?.Hay una ley «de la demanda y la oferta» (sí, no me he equivocado, la demanda está en primer lugar). El dinero tiene una manera propia de acudir a donde se lo necesita. La más pobre de las familias puede casi siempre reunir el dinero necesario para un funeral. Visualización - El océano de la abundancia Su conciencia de la prosperidad no depende del dinero; es el dinero que hacia usted afluye lo que depende de su conciencia de la prosperidad.A medida que usted pueda concebir un aflujo mayor, más será lo que llegue a su vida.Una visualización que me gusta es imaginarme de pie en la playa, mirando la vastedad del océano con pleno conocimiento de que ese océano es la abundancia que está disponible para mí. Mírese las manos y vea qué tipo de recipiente sostienen. ¿Una cucharilla, un dedal agujereado, un vaso de papel, una taza, un vaso de whisky, una jarra, un cubo, una bañera de bebé... o quizás usted tiene una cañería que lo conecta con ese océano de abundancia? Mire a su alrededor y fíjese que por más personas que haya, y sean cuales fueren los recipientes que tengan, hay de sobra para todos. Usted no puede despojar a nadie, ni nadie puede despojarlo.Y por más que hagan no podrán agotar el océano. Su recipiente es su conciencia, y siempre puede cambiarlo por uno mayor. Haga con frecuencia este ejercicio para obtener una sensación de expansión y de oferta ilimitada. Abra los brazos Por lo menos una vez al día, me siento con los brazos extendidos a los costados y digo: «Estoy abierta para todo el bien y toda la abundancia del Universo». Eso me da una sensación de expansión.El Universo sólo puede darme aquello de lo que tengo conciencia, y siempre puedo crear más en mi conciencia. Es como un banco cósmico, donde hago ingresos mentales incrementando la conciencia que tengo de mi propia capacidad creadora. La meditación, los tratamientos y las afirmaciones son ingresos mentales. Es menester crearnos el hábito de hacer a diario ese tipo de ingresos.No basta simplemente con tener más dinero. Lo importante es disfrutar de él. Usted, ¿se permite sentir placer con el dinero?, Si no, ¿por qué no?, Una parte de todo lo que ingresa puede dedicarla al puro placer. La semana pasada, ¿Hizo con su dinero algo que le gustara?. ¿Por qué no?. ¿Qué antigua creencia se lo estaba impidiendo?. Renuncie a ella.El dinero no tiene por qué ser un asunto serio en su vida. Póngalo en la perspectiva adecuada. Es un medio de intercambio y nada más. ¿Qué haría usted, y qué tendría, si no necesitara dinero?.Jerry Gilles, el autor de Money Love (Amor al dinero), uno de los mejores libros sobre este tema que he leído,sugiere que nos impongamos una «multa a la pobreza». Cada vez que pensemos o digamos algo negativo sobre nuestra situación monetaria, cobrémonos cierta cantidad y dejémosla aparte. Al finalizar la semana,tenemos que gastar ese dinero en algo que nos dé placer.Es menester desempolvar nuestros conceptos sobre el dinero. He comprobado que provoca menos resistencias un seminario sobre la sexualidad que sobre el dinero. La gente se enoja muchísimo cuando secuestionan sus creencias referentes al dinero. Incluso las personas que acuden al seminario porque necesitan desesperadamente llegar a tener más dinero se enfurecen cuando intento hacerles cambiar las creencias que las limitan.«Estoy dispuesto a cambiar.» «Estoy dispuesto a renunciar a mis antiguas creencias negativas.» A veces tenemos que trabajar mucho con estas dos afirmaciones para poder abrir un espacio desde donde empezar a crear la prosperidad.Es preciso que nos liberemos de la mentalidad del «ingreso fijo». No ponga límites al Universo insistiendo enque usted tiene «solamente» cierto salario o nivel de ingresos. Ese salario o esos ingresos son un canal; no son su fuente. Su provisión viene de una única fuente, que es el Universo.Hay un número infinito de canales, y debemos abrirnos a ellos. Debemos aceptar en nuestra conciencia que esa provisión puede provenir de cualquier parte, y de todas partes. Entonces, cuando andemos por la calle y nos encontremos una moneda, le daremos las gracias a la fuente. Quizás el don sea pequeño, pero el hecho de haberlo recibido significa que nuevos canales están empezando a abrirse.«Me abro para recibir nuevas fuentes de ingresos».«Ahora recibo mi bien tanto de fuentes habituales como inesperadas».«Soy un ser ilimitado que acepta de forma ilimitada los bienes provenientes de una fuente ilimitada.» Regocíjese por los gérmenes de un comienzo nuevo Cuando trabajamos para incrementar la prosperidad, lo que ganamos concuerda siempre con lo que consideramos nuestros merecimientos. Una escritora vino a verme con el fin de aumentar sus ingresos, y una de sus afirmaciones era: «Estoy ganando mucho dinero como escritora». Tres días después de empezar a trabajar conmigo, entró en la cafetería donde solía desayunar, se sentó y comenzó a escribir. Entonces se leacercó el dueño a preguntarle si era escritora, y si querría hacer algo para él. Después le trajo varias tarjetitas del establecimiento y le pidió que escribiera en ellas: «Plato combinado especial: 3,95 dólares». A cambio de ello, le sirvió el desayuno gratuitamente.Aquella pequeñez hizo que mi clienta advirtiera el comienzo de su cambio de conciencia, tras lo cual empezó a vender bien sus libros. Reconozca la prosperidad Empiece a reconocer la prosperidad allí donde la vea, y a alegrarse de ella. Un conocido predicador evangelista de la ciudad de Nueva York recuerda que en su época de pobreza solía pasar, a pie, junto abuenos restaurantes, casas y automóviles lujosos y tiendas elegantes, diciendo en voz alta: «Todo esto es para mí, todo esto es para mí». Permítase sacar placer de toda clase de mansiones suntuosas, bancos,grandes almacenes, establecimientos de lujo... y, ¿por qué no?, también yates. Reconozca que todo eso es parte de su abundancia, y recuerde que usted está incrementando su conciencia para poder participar de esas cosas si así lo desea. Si ve gente bien vestida, dígase: «¡Qué maravilla que tenga semejante abundancia!.Realmente, hay de sobra para todos».No queremos solamente el bien de los demás. Queremos también nuestro propio bien.Sin embargo, no somos dueños de nada. Sólo usamos nuestra posesiones durante cierto tiempo, hasta que pasan a otra persona. Hay posesiones que pueden quedar en una familia durante varias generaciones, pero eso también tiene su final. En la vida hay un ritmo y una fluencia naturales. Las cosas vienen y se van. Y creo que cuando algo se va, es sólo para dejar lugar a algo nuevo y mejor. Acepte los cumplidos Muchísimas personas quieren ser ricas, y, sin embargo, no quieren aceptar un cumplido. Conozco a actores y actrices que quieren llegar al «estrellato» y, sin embargo, no saben aceptar un cumplido sin encogerse.Los cumplidos son donaciones de prosperidad y hay que aprender a aceptarlos con naturalidad y gracia.Cuando era niña, mi madre me enseñó a sonreír y dar las gracias cuando me hacían un cumplido o un regalo,y esa costumbre me ha beneficiado durante toda la vida.Mejor aún es aceptar el cumplido y devolverlo, para que la otra persona se sienta también como si le hubieran hecho un regalo. Es una manera de mantener en marcha el intercambio de bienes. Regocíjese de la abundancia que representa despertarse cada mañana frente a la experiencia de un nuevo día. Alégrese de vivir, de estar sano, de tener amigos, de ser creativo, de ser un ejemplo viviente de la alegría de vivir. Viva con su conciencia a tope, y disfrute con el proceso de su transformación. En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero. Formo parte del Poder que me ha creado, y me abro totalmente para recibir la abundante corriente de prosperidad que me ofrece el Universo. Mis necesidades y deseos me satisfacen todos sin haberlo pedido siquiera. Con la guía y la protección de lo Divino, elijo siempre aquello que me beneficia. Me regocijan los éxitos ajenos, porque sé que hay de sobra para todos. Constantemente aumento mi conciencia de la abundancia y esto se refleja en ingresos cada vez mayores. Mi bien proviene de todos y de todas partes. Todo está bien en mi mundo.

CAPITULO 11: EL TRABAJO Louise Hay

«Todo lo que hago me gratifica profundamente». ¿No le encantaría que la afirmación precedente fuera válida para usted?. Quizás haya estado limitándose a pensar cosas como: No puedo aguantar este trabajo.Me enferma mi jefe.Lo que gano no me alcanza.En mi trabajo no me aprecian.No puedo entenderme con mis compañeros de trabajo.No sé qué es lo que quiero hacer.Todo eso es pensamiento negativo y defensivo. ¿Acaso cree que pensando así llegará a conseguir un buen trabajo?. Eso es abordar equivocadamente el asunto.Si tiene un trabajo que no le interesa, si quiere conseguir otro o tiene problemas laborales, incluso si está sin trabajo, la mejor manera de encarar la cosa es ésta: Empiece por bendecir con amor la situación en que se encuentra. Reconozca que eso no es más que un paso en su camino. Si está donde está, es debido a sus propios modelos mentales. Si los demás no lo tratan como a usted le gustaría que lo trataran, quiere decir que en su conciencia hay algo que provoca ese comportamiento. Entonces, mentalmente, contemple su trabajo actual —o el último que tuvo si es que en estos momentos está sin empleo- v comience a bendecirlo todo con amor: el edificio, el ascensor o las escaleras, las habitaciones, los muebles y demás accesorios, la gente para quien trabaja y las personas con quienes trabaja..., los clientes, hasta el último de ellos.Empiece a afirmar para sus adentros que siempre trabaja para unos jefes estupendos, que su jefe lo trata con respeto y cortesía, y que es un hombre generoso, con quien da gusto trabajar. Esto se convertirá para usted en un «suma y sigue» positivo que le acompañará toda la vida, y si a su vez llega a ser jefe, será precisamente un jefe así.Un joven cliente mío, a punto de estrenarse en un trabajo, estaba sumamente nervioso.-¿Por qué no ha de irle bien? —recuerdo haberle preguntado-. Pues, claro que tendrá éxito. Abra su corazón y deje que su talento fluya. Bendiga con amor su lugar de trabajo, bendiga a las personas con quienes trabaja ya aquellas para quienes trabaja, y también a todos sus clientes, y todo andará bien.Lo hizo, y con gran éxito.Si lo que quiere es dejar su trabajo, empiece afirmando que se lo deja con amor a la persona que haya de sucederle, que estará encantada de obtenerlo. Tenga la seguridad de que en el mundo hay personas que buscan exactamente lo que usted puede ofrecer, y de que ellas y usted están a punto de encontrarse en el tablero de la vida. Afirmaciones para el trabajo «Estoy totalmente abierto (o abierta) y en disposición de aceptar un trabajo nuevo, maravilloso, donde tengan cabida todo mi talento y mis capacidades, y que me permita expresarme creativamente de maneras que me gratifiquen. Trabajo con y para personas a quienes quiero, y que a su vez me quieren y me respetan, en un lugar estupendo y con unos ingresos excelentes».Si en su trabajo hay alguien que le molesta o le preocupa, bendiga con amor a esa persona cada vez que piensa en ella. En todos y cada uno de nosotros existen todas y cada una de las posibilidades humanas.Aunque decidamos que no queremos serlo, todos somos capaces de ser un Hitler o una Madre Teresa. Si esa persona es criticona, afirme que es comprensiva y elogiadora. Si es gruñona, afirme que es alegre y que tenerla cerca es un placer. Si es cruel, afirme que es tierna y compasiva. De este modo, al final esa persona terminará por mostrarle sus buenas cualidades, independientemente de cómo se conduzca con los demás. Ejemplo Su nuevo trabajo era tocar el piano en un club donde el jefe tenía fama de ser un hombre mezquino y cruel,hasta el punto de que los empleados solían referirse a él llamándolo «Drácula». El muchacho me preguntó cómo conducirse en esa situación. -Dentro de cada uno de nosotros están todas las buenas cualidades —le respondí-. No importa cómo reaccionen los demás ante él; eso no tiene nada que ver con usted. Cada vez que piense en ese hombre,bendígalo con amor y afirme para sus adentros que usted siempre trabaja para gente estupenda. Hágalo así en todo momento, sin rendirse.Mi cliente siguió mi consejo al pie de la letra. Pronto el jefe empezó a saludarlo afectuosamente, a concederle pagas extraordinarias, y finalmente lo contrató para tocar en otros clubes. En cambio, siguió maltratando a los demás empleados, que continuaban enviándole mensajes negativos.Si le gusta su trabajo, pero siente que no está suficientemente bien pagado, empiece a bendecir con amor su salario actual. Al expresar gratitud por lo que ya tenemos, propiciamos que aumente. Afirme que está abriendo su conciencia a una mayor prosperidad, y que parte de esa prosperidad es un aumento de salario. Afirme quese merece un aumento, no por razones negativas sino porque usted es muy valioso dentro de la compañía, y sus jefes quieren compartir con usted los beneficios. Y en el trabajo desempéñese siempre lo mejor que pueda, porque entonces el Universo sabrá que está preparado para abandonar el sitio donde se encuentra y pasar a un lugar mejor.Su conciencia lo puso en el sitio donde ahora se encuentra, y será ella quien lo mantenga allí o lo conduzca aun lugar mejor. De usted depende. En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero. El talento creativo y la capacidad que me son propios fluyen de mí libremente, y se expresan de forma profundamente gratificante. En el mundo siempre hay gente en busca de mis servicios. y yo siempre puedo elegir aquello que más me gusta hacer. Me gano bien la vida haciendo algo que me complace,y para mí el trabajo es fuente de júbilo y placer. Todo está bien en mi mundo.