domingo, 15 de septiembre de 2013
CAPITULO 8: LA CONSTRUCCION DE LO NUEVO Louise hay parte 2
La plantación de semillas
Piense un momento en una tomatera. Una planta sana puede cargar más de un centenar de tomates. Para conseguir una planta así, es necesario empezar por una semillita seca, que no se parece en nada a una tomatera, ni sabe seguramente a tomate, y que si usted no la conociera, ni siquiera creería que puede convertirse en una planta de tomate. Sin embargo, supongamos que planta la semillita en un poco de tierra buena, empieza a regarla y deja que le dé el sol.Cuando aparece el primer tallito, usted no le da un pisotón, diciendo que eso no es una tomatera; más bien lo mira y se alegra. «¡Qué bien, ya está saliendo!», dice, y lo mira crecer con deleite. En su momento, si sigue regándola, cuida de que no le falte sol y le quita las malezas, la plantita llegará a convertirse en una tomatera con más de un centenar de espléndidos tomates. Y todo empezó con una semillita.Lo mismo pasa cuando usted quiere crearse una experiencia nueva. La tierra es la parte subconsciente de sumente. La afirmación nueva es la semilla. La nueva experiencia está, en su totalidad, en esa semillita. Usted la riega con afirmaciones, deja que se bañe en el sol de sus pensamientos positivos, limpia de malezas el jardín arrancando las ideas negativas que se le ocurren. Y cuando ve por primera vez una mínima prueba de que algo está creciendo, no la pisotea, quejándose de que eso no es bastante, sino que la mira y exclama jubilosamente:—Oh, ¡qué bien! Ya está saliendo. ¡Esto funciona!Y sigue observando cómo crece, para convertirse en la manifestación de su deseo.
Ejercicio: La creación de nuevos cambios
Ahora es el momento de que tome la lista de cosas que no le gustan de usted y las exprese en forma de afirmaciones positivas. O también puede enumerar todos los cambios que quiere realizar, y las cosas que quiere tener y hacer. Después, elija tres puntos de la lista, y expréselos como afirmaciones positivas.Supongamos que su lista negativa era más o menos así:
Mi vida es un caos.
Tendría que rebajar de peso.
A mí nadie me quiere.
Quiero mudarme.
Mi trabajo me enferma.
Debería organizarme.
No hago lo suficiente.
Yo no sirvo para...
A todo esto se le puede dar la vuelta de manera que suene más o menos así:
Quiero liberarme del modelo mental que creó todas estas condiciones.
Estoy en el proceso de hacer cambios positivos.
Tengo un cuerpo sano y esbelto.
Dondequiera que voy me quieren.
Tengo una vivienda perfecta.
Me estoy creando un estupendo trabajo nuevo.
Ahora me organizo muy bien.Todo lo que hago me da placer.
Me amo y me apruebo sin reservas.
Confío en que el proceso de la vida me dé lo que es mejor para mí.
Me merezco lo mejor, y ahora mismo lo acepto.
De este grupo de afirmaciones provendrán todas las cosas que usted quiere cambiar en su lista. Al amarse y aprobarse se creará un espacio de seguridad y confianza en que la aceptación de sus méritos permitirá que su peso corporal se normalice. Estas afirmaciones generarán la organización en su mente, crearán en su vida relaciones de amor, le atraerán un trabajo nuevo y un nuevo lugar donde vivir. Es milagroso cómo crece una tomatera. Es milagrosa la forma en que podemos hacer que nuestros deseos se manifiesten.
El merecimiento del bien
¿Cree usted que se merece tener lo que desea? Si no es así, no se permitirá tenerlo. Circunstancias que parecen fuera de su control concurrirán para impedírselo.Ejercicio: Me merezcoVuelva a mirarse en el espejo y diga: «Me merezco tener... (o ser...), y lo acepto ahora». Dígalo dos o tres veces.¿Cómo se siente? Preste siempre atención a sus sentimientos, a lo que sucede en su cuerpo. Pregúntese sise cree lo que dice, ¿o todavía se siente indigno?.Si su cuerpo le transmite cualquier sentimiento negativo, vuelva a afirmar: «Renuncio a la pauta que en mi conciencia está creando resistencias a mi propio bien». Y repita: «Me merezco...».Repítalo hasta que sienta que lo acepta, aunque tenga que hacerlo durante muchos días seguidos.
El punto de vista holístico
Para enfocar la construcción de algo nuevo en nuestro interior nos interesa partir de un punto de vista holístico.La filosofía holística procura nutrir y alimentar la totalidad del ser: cuerpo, mente y espíritu. Si nos desentendemos de cualquiera de estos aspectos somos seres incompletos, no estamos enteros. No importa por dónde comencemos, siempre y cuando terminemos por incluir también las otras áreas.Si comenzamos por el cuerpo, tenemos que trabajar con la nutrición, aprender la relación que hay entrenuestra elección de alimentos y bebidas y la forma cómo nos sentimos. Deseamos optar por lo que sea más beneficioso para el cuerpo. Hay hierbas y vitaminas, tenemos la homeopatía y también los remedios floralesde Bach y el tratamiento del colon.Asimismo, deseamos encontrar una forma de ejercicio que nos resulte atractiva. El ejercicio nos fortalece los huesos y mantiene joven el cuerpo. Además de diversos deportes, entre ellos la natación, no hay que olvidar la danza, las artes marciales, el tai-chi, el yoga... A mí me encanta ejercitarme en el trampolín, y lo hago todos los días. Y la tabla inclinada me va estupendamente para relajarme.O podemos explorar alguna forma de trabajo corporal, como el rolfing, las conocidas como Heller o Trager,diversas formas de masaje, la reflexoterapia de los pies, la acupuntura o la quiropraxia. También están latécnica Alexander, la bioenergética, los trabajos de Feldenkrais, toque terapéutico y Reiki.Si empezamos por la mente, podemos explorar técnicas de visualización, de imaginación o de fantasía guiada,y también las afirmaciones. Hay muchísimas técnicas psicológicas: la Gestalt, el renacimiento, la hipnosis, el psicodrama, las regresiones a las vidas pasadas, la terapia por el arte, y se puede incluso trabajar con los sueños.La meditación en cualquiera de sus formas es una manera de aquietar la mente y permitir que nuestra propia«sabiduría» aflore a la superficie. Yo, en general, me limito a sentarme con los ojos cerrados, preguntar qué eslo que necesito saber, y esperar tranquilamente una respuesta. Si la respuesta viene, perfecto; si no viene,también. Ya vendrá otro día.También hay grupos que hacen trabajos diversos, en forma de talleres. Los hay para todos los gustos. Ningún taller ni seminario le librará a uno para siempre de todos sus problemas, pero pueden ayudarle a cambiar su vida aquí y ahora, en esta circunstancia momentánea y concreta.En el terreno espiritual están la oración, la meditación y diversas maneras de conectarse cada uno con su Fuente Superior. Para mí, la práctica del perdón y del amor incondicional son disciplinas espirituales.
Existen también grupos espirituales relacionados con diversas orientaciones religiosas, especialmente protestantes, pero se trata de un terreno demasiado personal para dar en él ninguna orientación concreta.Sin embargo, quiero que mis lectores sepan que hay muchísimos caminos que puede explorar. Si en unos deellos no encuentran lo que buscan, prueben otro. Todas estas sugerencias han demostrado ser benéficas, pero yo no puedo decir cuál es la mejor para cada uno. Eso es algo que todos tenemos que descubrir por nosotrosvmismos, y yo no tengo todas las respuestas para nadie. No soy más que un peldaño en la senda que conduce a la salud, dentro de una concepción holística.
En la infinitud de la vida, donde estoy,
todo es perfecto, completo y entero.
Mi vida es siempre nueva.
Cada momento de ella es nuevo, fresco y vital.
Para crear exactamente lo que quiero,
uso mi pensamiento afirmativo.
Hoy es un nuevo día. Yo soy un yo nuevo.
Pienso, hablo y actúo de manera diferente.
Los demás me tratan de manera diferente.
Mi nuevo mundo es un reflejo de mi manerade pensar nueva.
Es un jubiloso deleite plantar nuevas semillas
porque sé que de ellas brotarán mis nuevas experiencias.
Todo está bien en mi mundo.
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